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El pasado 9 de abril de 2023 dos menores de edad sufrían una violación grupal en pleno centro de Logroño. Ellas mismas denunciaban los hechos a varios agentes de la zona que se cruzaban por la calle tras haber sufrido esta agresión sexual. Un año y medio después de sufrir esta pesadilla, el juzgado de Menores de Logroño ha condenado a sus agresores, que también son menores de edad.
Según ha informado el medio de comunicación 'La Rioja', el juzgado de Menores de Logroño ha condenado a "tres años de internamiento en régimen cerrado, seguido de dos años de libertad vigilada" a cuatro menores de los cinco imputados de la conocida como 'la manada de Logroño'.
Los hechos investigados se produjeron el 9 de abril de 2023 en un trastero de un portal situado en la avenida de Navarra, en la capital riojana, donde las dos chicas acudieron tras ser convocadas a través de Instagram y donde fueron agredidas sexualmente por varios menores.
Fueron las menores quienes les contaron a unos agentes de policía con los que se cruzaron lo que les había sucedido. Tras coches patrulla se personaron en el lugar de los hechos, tras escuchar a las menores para identificar a los culpables. Sorprende que algunos de ellos ni siquiera huyeron tras los hechos.
Las víctimas de 12 y 13 años contaron como primero las separaron y después se produjo esa agresión sexual en un trastero de un edificio. Las dos adolescentes contaron que había entre 10 y 12 agresores.
En total, siete menores fueron identificados relacionados con estos hechos: dos de ellos, menores de 13 años, quedaron bajo la custodia de sus padres. Para otros cuatro, con edades comprendidas entre los 14 y los 17 años, se decretó el internamiento, mientras que hay un quinto que tiene orden de alejamiento y prohibición de comunicarse con las víctimas.
Tras producirse la violación y la identificación y detención de los menores, familiares de una de las dos niñas víctimas de la agresión sexual de Logroño tuvieron que presentar una denuncia ante la Guardia Civil tras recibir amenazas de muerte por parte del entorno de los agresores.
La denuncia por estos hechos, realizados a través de las redes sociales, fue derivada por la Guardia Civil a la Policía Nacional, que se encargaba de la investigación de la agresión sexual grupal contra dos niñas de 12 y 13 años.
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