La Dirección General de Tráfico (DGT) ha ampliado en los últimos años su arsenal de vigilancia para mejorar la seguridad vial, incorporando el uso de drones como herramienta clave. Desde su llegada en 2018, los drones de la DGT se han convertido en un recurso indispensable para monitorear y sancionar conductas irresponsables en las carreteras españolas. Su capacidad de vigilancia desde las alturas, con cámaras de alta resolución y zoom, les permite detectar infracciones en tiempo real, incluso en zonas de difícil acceso o con alto riesgo de accidentes.
Los drones utilizados por la DGT vuelan a una altitud de hasta 120 metros y cuentan con una autonomía de 40 minutos. Estas aeronaves no tripuladas están equipadas con cámaras de alta capacidad que pueden captar imágenes detalladas a una distancia considerable, lo que facilita la vigilancia sobre extensos tramos de carretera. Son operadas por dos personas: un piloto y un encargado de la cámara, quienes graban y documentan las infracciones cometidas por los conductores.
La vigilancia con drones se centra principalmente en carreteras secundarias, donde el riesgo de accidentes es mayor y los conductores suelen relajar su atención. Estas zonas también suelen estar menos cubiertas por otros dispositivos de control, como radares o cámaras fijas, lo que hace que los drones desempeñen un papel crucial en estas vías.
De acuerdo con los informes más recientes, los drones de la DGT detectan una serie de infracciones recurrentes, siendo las más comunes las siguientes:
El proceso es rápido y eficiente. Una vez que el dron detecta una infracción, las imágenes y los datos se transmiten en tiempo real a una patrulla cercana de la Guardia Civil, que se encarga de detener al infractor y notificarle la multa. En caso de que no haya una patrulla disponible en el momento, la infracción se registra para su posterior tramitación, llegando la sanción pertinente de la forma habitual, a través del correo a la dirección de la vivienda de quien la haya cometido.
Los drones de la DGT están demostrando ser una herramienta eficaz que es capaz de mejorar la seguridad vial y reducir el número de infracciones que realizan los conductores más temerarios en las carreteras de nuestro país. Con su capacidad para detectar infracciones desde el aire, estas aeronaves se han convertido en una de las aliadas más importantes en la lucha contra el comportamiento inapropiados y contra las normas en las carreteras, especialmente en zonas con mayor riesgo de accidentes.
Aunque las infracciones más detectadas están relacionadas con la prioridad de paso, el uso del cinturón de seguridad y el uso del teléfono móvil, la tecnología seguirá evolucionando para poder abarcar un mayor número de situaciones y contribuir con ello a la reducción de siniestralidad en las carreteras.