La sentencia contra Daniel Sancho sostiene que el español tenía "intención de matar" a Edwin Arrieta
Este jueves ha trascendido la sentencia contra Daniel Sancho, condenado a cadena perpetua en Tailandia por el asesinato de Edwin Arrieta
El documento subraya que el español "preparó" el crimen con la compra previa de cuchillos, una sierra y bolsas de plástico
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Este jueves ha trascendido la sentencia contra Daniel Sancho, declarado culpable del asesinato premeditado de Edwin Arrieta y condenado a cadena perpetua el pasado 29 de agosto en Tailandia. El documento indica que el español "golpeó" al cirujano colombiano con "intención de matar" y que "preparó" el crimen con la compra previa de cuchillos, una sierra y bolsas de plástico.
Así lo ha adelantado la agencia 'EFE'. La sentencia, que consta de 47 páginas, subraya que "el acto del acusado de golpear la cabeza del fallecido contra el borde del fregadero demuestra intención de matar", en contraste con el argumento de la defensa de Daniel Sancho de que Edwin Arrieta falleció debido a un accidente el 2 de agosto de 2023 en la habitación de un hotel de la isla de Ko Pha Ngan.
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Las pruebas del caso "refuerzan la conclusión de que el acusado fue responsable de la muerte de la víctima"
El texto del fallo judicial también señala que "las pruebas presentadas tanto por la acusación como por los codemandantes refuerzan la conclusión de que el acusado fue responsable de la muerte de la víctima, aunque no pudieron determinar con precisión la causa de la muerte", ya que la autopsia no fue concluyente al faltar partes clave del cadáver del cirujano, como el tórax.
Daniel Sancho sigue en un módulo de aislamiento de la prisión de Surat Thani, donde ingresó tras la sentencia
Daniel Sancho tuvo que cambiar de cárcel tras conocer la sentencia a cadena perpetua. Fue trasladado desde la prisión de Ko Samui, isla en la que fue juzgado, hasta la de Surat Thani, ya que la primera cárcel citada solo acepta presos con un máximo de 15 años, mientras que la segunda incluye a reos con un mínimo de esas condenas y hasta la pena de muerte. El español, que ha recibido estos días varias visitas de su madre, comparte celda con 14 personas -todos asiáticos salvo un europeo- en un módulo de aislamiento, donde se instalan a los presos durante un tiempo de adaptación para después "clasificarlos en función de la condena o de lo que hayan hecho". Como todas las cárceles del país, en el centro se registra hacinamiento y numerosas personas duermen en el suelo.
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