El atún en lata es uno de los alimentos más versátiles y prácticos que puedes tener en tu despensa, pero una vez abierta la lata, es lógico que aparezca la duda: ¿Qué podemos hacer con el atún sobrante? Una de las opciones más habituales es congelarlo, pero es fundamental hacerlo correctamente para no que no afecte a la calidad y seguridad alimentaria del producto.
La buena noticia es que sí, puedes congelar el atún en lata, pero bajo ciertas condiciones. Lo más importante es no congelarlo directamente en la lata, ya que este tipo de envase no está diseñado para soportar las bajas temperaturas del congelador y podría dañarse o alterar el sabor del contenido. Además, al congelarse, los líquidos internos pueden expandirse y hacer que la lata se deforme o incluso explote.
Para conservar el atún sobrante de la mejor manera, basta con seguir unos sencillos pasos:
El atún congelado debe descongelarse lentamente en la nevera. Evita descongelarlo a temperatura ambiente, ya que esto podría propiciar la proliferación de bacterias. Coloca el atún en la parte baja de tu nevera y deja que se descongele durante varias horas, preferiblemente de un día para otro.
Una vez descongelado, puedes usarlo en ensaladas, guisos, bocadillos o cualquier receta que normalmente prepararías con atún en lata. Ten en cuenta que, aunque el atún congelado mantiene sus propiedades nutritivas, la textura puede cambiar ligeramente, volviéndose un poco más seca o pastosa. Para minimizar estos efectos, es recomendable usarlo en recetas donde se mezcle con otros ingredientes o añadir un poco de aceite de oliva para mantener su sabor y textura durante más tiempo.
Hay que tener en cuenta que una vez descongelado el atún, no debe volver a congelarse. El proceso de congelación-deshielo repetido afecta gravemente la calidad del producto y aumenta el riesgo de contaminación bacteriana.
El atún en lata puede congelarse de forma segura, siempre y cuando sigas el proceso adecuado. Es una excelente forma de evitar desperdicios de comida innecesarios, especialmente si no vas a consumir el contenido completo de una lata abierta en pocos días. Aunque la textura del atún puede cambiar ligeramente después de ser congelado, sigue siendo útil para una gran variedad de recetas.
La clave está en escurrir bien el líquido, usar recipientes herméticos y consumir el atún congelado dentro de un plazo máximo de tres meses.