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Desde el 1 de septiembre la normativa sobre los sistemas de retención infantil en los coches cambia. A partir de ahora las sillitas homologadas se basarán solo en la altura del menor. Si los niños no van sentados correctamente, la ley prevé la inmovilización del coche.
La nueva norma, i-Size ( o R129) sustituye a las R44, que tenía en cuenta el peso de los niños. A partir del 1 de septiembre las nuevas sillitas homologadas se basarán solo en la altura del menor.
Siempre que el niño mida menos de 135 cm deberán ir en una sillita con isofix en los asientos traseros.
Desde el mes que viene, fabricantes y vendedores solo podrán comercializar las sillas adaptadas a la nueva normativa i-Size. Esto afectará también a quienes vendan productos de segunda mano.
Que la altura sea el factor que garantice la seguridad del menor permite que los sistemas de retención infantil, iguales en toda Europa, se adecuen mejor a las características físicas del niño a medida que va creciendo.
Los sistemas de retención infantil reduce en un 75% las muertes y en un 90% de las lesiones. Las lesiones más frecuentes hasta los dos años son en el cuello, en la cabeza entre los dos y los cuatro años y en el abdomen entre los 4 y los 10 años de edad, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Con la nueva norma las sillitas deberán instalarse con isofix y los niños deben ir en sentido contrario a la marcha hasta los 15 meses -ahora era hasta lo nueve-.
La nueva norma no obliga a los padres a cambiar las sillitas de retención infantil el 1 de septiembre. La legislación permite seguir usando las que ya tengan y prevé ocho años de moratoria para cambiarlas.
La nueva normativa, desde el 1 de septiembre, solo será obligatoria para vender sistemas de retención infantil.
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