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El joven, detenido por el crimen de Mateo ya ha pasado a primera hora de este jueves a disposición judicial, justo cuando se cumplen las 72 horas desde su arresto. La Guardia Civil ha apurado ese plazo con la finalidad de encontrar el arma que acabó con la vida del niño de 11 años en una búsqueda de tres días ante el mutismo del asesino confeso que no dio pistas sobre el cuchillo que habría usado. Una información del periodista Aday Sánchez.
En ese punto se encuentra la investigación sobre el asesinato de Mateo, después de que ayer se localizara un cuchillo muy próximo a la casa familiar de Mocejón, donde el detenido convivía con su padre y su hermano menor.
La unidad canina de la Guardia Civil ha identificado restos biológicos humanos en el cuchillo, que sigue siendo analizado para ver si corresponden al menor asesinado. El estado mental del detenido será clave en la resolución del caso.
El cuchillo que habría utilizado el presunto asesino sigue bajo un escrupuloso análisis en el laboratorio en la hoja y el mango para contrastar los restos y huellas que puedan coincidir tanto con la víctima como con el detenido.
El arma aparecía en este descampado a muy pocos metros de la casa en la que vive el padre del chico de 20 años. La encontraba un trabajador municipal de la limpieza y los agentes se la sometían a la inspección canina. La colocaban en el suelo y dejaban que este perro, entrenado en detectar restos biológicos humanos, buscara evidencias. Las ha encontrado en el arma.
Un cuchillo de cocina afilado, que aunque no tiene manchas visibles de sangre, sí puede ser compatible con las lesiones que presentaba el cuerpo de Mateo.
El arma blanca es una de las piezas clave de la investigación que el presunto asesino no ubicó en su rechazo a colaborar con los investigadores. Incluso cuando confesó los hechos se refería a sí mismo en tercera persona.
Su padre ha reiterado en que el joven tiene una discapacidad de más del 70%, aunque no toma ninguna medicación. Lo describe como un joven solitario que se pone nervioso cuando se siente atacado y al visitarlo en el calabozo donde está detenido le dijo que veía máscaras.
El hombre, muy afectado por la gravedad de los hechos, ha asegurado que en las horas y días siguientes al suceso ni siquiera reaccionó al crimen que él presuntamente había cometido.
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