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La Guardia Civil continúa buscando la cabeza de la mujer asesinada, presuntamente por su marido, en Soto del Real, Madrid. Como ha informado Fernando Roca, los agentes, con perros especializados, están rastreando palmo a palmo las inmediaciones del municipio.
Se están centrando en las zonas por las que solía pasear el hombre, de 53 años. Un policía jubilado con licencia de caza.
Los investigadores siguen buscando la cabeza de Soledad, de 65 años, en los alrededores de la urbanización de Soto del Real donde vivía. Una zona amplia, de campo, por donde Jorge, el presunto asesino, solía caminar y hacer deporte.
Según las primeras averiguaciones, la habría matado de un disparo y la decapitó en su chalet con una sierra. A continuación salió de la casa para deshacerse de los restos.
La pareja se encontraba en trámites de separación pero no había denuncias por maltrato. En el pueblo tampoco tenían constancia de que ella sufriera violencia de género, ni estaba en el sistema de protección de víctimas VioGen.
Él fue agente de la Policía Local pero hace unos años tuvo que prejubilarse tras sufrir un accidente, y devolvió la pistola reglamentaria. Sin embargo, sí tenía licencia para tener armas de caza.
Soledad, la víctima, volvió hacer unos días de Londres, donde vive su hija. Al llegar a España, dejó de dar señales de vida y fue su hermana la que llamó a la Guardia Civil, que acudió al inmueble y encontró los cadáveres: el de ella, decapitada en el garaje. El cuerpo de él, en el primer piso, y a su lado, una escopeta con la que se habría suicidado tras cometer el crimen.
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