La reflexión viral de María Galán, madre adoptiva de 32 niños en Uganda, sobre los voluntarios de verano: "Cuando se van, los niños se sienten abandonados"

  • María Galán es una de las directoras de 'Babies Uganda' y vive en una casa con 32 niños adoptivos a los que quiere "como si fueran sus hijos"

  • Desde su experiencia, aconseja a los voluntarios de verano a que tomen conciencia: "Si se vinculan al niño, luego él no entiende que se vaya"

  • Su vídeo ha generado muchas críticas en las redes sociales porque ella también comenzó su labor como una voluntaria de verano

"Ahora que se acerca el verano, me gustaría hablaros de un tema recurrente, que es el del voluntariado. En España se ha puesto de moda como una experiencia más que vivir, para luego cada uno seguir con su vida como si nada. Yo, que llevo cuatro años en Uganda, lo os digo es que, si vais a hacer un voluntariado con las distintas organizaciones que lo ofrecen, lo hagáis de la manera más eficiente posible y que no cause un impacto negativo en el lugar al que vais". Así empieza el vídeo que la española María Galán, madre adoptiva de 32 niños en Uganda y parte del equipo de la Fundación Babies Uganda, junto a su madre y una amiga en común, ha publicado en su canal de Youtube.

Esta joven de 25 años, que viajó a Uganda por primera vez con 22 y cuya vida ya está asentada junto a los niños que quiere, cuida y enseña en la casa donde viven todos juntos como una gran familia - los niños no están allí de paso para ser adoptados - ha recibido muchas críticas por la visión que, desde su experiencia en África, ha trasladado en las redes sociales de cara a los voluntarios que aprovechan sus vacaciones de verano para hacer una 'buena labor' en países tercermundistas. Ella cree que, lo que se hace con la mejor de las intenciones, puede ser totalmente "contraproducente a largo plazo" para los menores a los que pretenden ayudar:

"Aquí se viene por el interés del niño, no por el individual"

"Para ellos éste es su hogar y aquí está viniendo gente nueva cada 15 días. Esas personas se meten al cien por cien en su intimidad y los voluntarios vienen e intentan dar todo el cariño y todo su amor, desde mi punto de vista, con la mejor intención del mundo. Pero, cuando se van, los niños no lo entienden y eso está pasando así durante meses. Los voluntarios se van y los niños les echan de menos. Ellos sienten que les quieren un ratito y luego todo eso desaparece. Entones, crear esos vínculos tan cercanos durante tan poco tiempo, para el niño, a largo plazo, no son nada favorables. Si ya fueron abandonados una vez, están sufriendo pequeños abandonos todo el tiempo", ha concluido en su vídeo.

Por ello, aconseja, es importante "no convertirse en una persona esencial" para alguno de los niños a los que puedan conocer, ni "estar con el mismo niño todo el tiempo", para no crearle una necesidad de cariño que, previamente, no tenía. Según su experiencia, lo mejor es pensar en el bien de los menores no sólo en el momento, sino de cara al futuro y saber también que hay otras muchas maneras de ayudar desde España, que no siempre implican un viaje con contacto directo. La propia María aclaraba en el vídeo que sus declaraciones tienen la intención de orientar y no de "atacar a nadie"; sin embargo, ha sido muy criticada en las redes sociales porque ella, que ha hecho una gran labor en Uganda, también comenzó yendo como una voluntaria de verano.

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