La Generalitat frena la adopción de un niño que lleva tres años con sus padres de acogida en Barcelona

  • El niño fue acogido de urgencia en una medida, en principio, temporal de seis meses

  • La edad de los padres podría ser un problema para la adopción

  • Hay negociaciones en curso con la Administración para resolver el futuro del menor

La Generalitat ha paralizado el proceso de adopción de un niño que lleva tres años viviendo con sus padres de acogida en Barcelona. La decisión se tomó tras una reunión entre la familia y la Administración, quienes se dieron un par de semanas para encontrar una solución.

El niño fue acogido de urgencia con solo 11 días de vida por un matrimonio de Barcelona, en una medida temporal que inicialmente era para seis meses. Ahora, tres años después, la Generalitat barajaba dar en adopción al menor a otra familia. 

La Generalitat ha paralizado provisionalmente la adopción

Ha sido el Institut Català de l’Acolliment i de l’Adopció (ICAA) que después de recibir una denuncia del caso ha detenido el proceso de adopción paralelo ,la Generalitat no ha esperado permitiendo así que el niño continúe viviendo con la única familia que ha conocido.

Sara y Tomás, nombres ficticios de los padres de acogida, habían solicitado en los juzgados la paralización del proceso de adopción y que se les considere como adoptantes. Aunque la demanda judicial aún no ha sido resuelta, la Generalitat ha decidido detener provisionalmente el proceso sin esperar la orden judicial, lo que Sara y Tomás consideran "un buen inicio".

La edad de los padres supera el límite legal para la adopción

Si el juez ordena la paralización del proceso de adopción y los responsables de infancia se opusieran, la familia tendría que recurrir a la vía contenciosa administrativa. Esto prolongaría el proceso y fortalecería el vínculo entre el niño y sus padres de acogida, aumentando el impacto emocional si finalmente se decide entregar al niño a otra familia.

Uno de los problemas que enfrenta la familia es la edad de los padres de acogida. Sara y Tomás, con 53 años, superan el límite de edad establecido por la ley para la adopción, que permite una diferencia máxima de 45 años entre el niño y los adoptantes. La familia ha propuesto que su hija de 29 años adopte al niño, aunque prefieren ser ellos mismos los adoptantes.

En junio buscarán una solución

Representantes de la Generalitat y la familia se reunirán de nuevo a mediados de junio para buscar una solución que beneficie al menor, quien por ahora continuará viviendo con sus padres de acogida.

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