La cara más dura que dejan las peleas de tráfico: lesiones medulares y víctimas mortales

Esta semana nos sobrecogía la imagen en Mallorca de un conductor persiguiendo y embistiendo a una familia británica, con la que llegó a chocar dando marcha atrás. Lo han acusado de conducción temeraria y lesiones pero las asociaciones de víctimas piden penas más duras en estos casos de violencia vial en los que está presente la intencionalidad.

Vicente Sánchez, presidente de la Asociación de Prevención de Accidentes de Tráfico de Barcelona (PAT), afirma que "es preocupante porque como consecuencia de estos comportamientos estamos enterrando a 5 personas cada día, 35 cada semana, 150 cada mes". Esta asociación publicó recientemente un estudio sobre la violencia al volante. Muchos de los encuestados, hasta un 30 por ciento, aseguraban haber sido testigos o víctimas de agresiones viales.

Como Lázaro Rodríguez, lesionado medular y miembro de la Asociación AESLEME. Hace 25 años, él se dirigía a Segovia y tuvo un enfrentamiento con otro conductor que no le permitía adelantarlo. "Con el pique de si te adelanto o no te adelanto, tocó mi coche y me caí por un barranco de 40 metros hasta que me frenó un árbol". "La vida te cambia totalmente. De tener una vida normal, con tu trabajo, tu familia.... a tener una lesión medular, una tetraplejía. Toda tu vida en una silla de ruedas". Fue a juicio pero el otro conductor no admitió lo ocurrido: "Dijo que me había caído yo por el barranco. ¿Mintió? No dijo la verdad". No recibió ningún castigo.

"El coche puede ser un arma"

Esa impunidad es muy habitual en estos casos. Albert López, instructor de motociclismo del club Cien Mil Curvas de Madrid, nos cuenta el accidente que sufrió por culpa de un conductor subiendo el puerto de la Morcuera. Había muchos ciclistas y Albert no podía adelantar con seguridad, así que el hombre "empezó a pitar, me increpaba y finalmente me adelantó provocando el accidente y dándome un golpe. Al darme el golpe a mí hicimos carambola y caí encima de los ciclistas". ¿Tú pudiste haber matado a los ciclistas? "O matarme yo. Intentaron poner una denuncia pero no hubo tiempo de coger la matrícula con el susto y el coche se dio a la fuga".

Montse Montal, procuradora y miembro del gabinete jurídico de la asociación PAC de Barcelona, cuenta que las penas son irrisorias. "El coche puede ser un arma utilizada en peleas que acaban con colisiones, heridos graves o fallecidos". Explica que no es lo mismo un accidente de tráfico que una pelea de tráfico, que conlleva una intencionalidad, y por eso las penas deben ser más severas. Según Montal, en estos casos los daños causados deberían catalogarse como homicidio doloso o tentativa de homicidio.

A Marta Soria, con 27 años, la mataron dos conductores picados que hacían una carrera ilegal en una carretera de Lleida en 2016. Los condenaron a dos años y seis meses de prisión. Su padre, Carlos Soria, exige "penas más duras para estos delincuentes de la carretera, que son verdaderos terroristas". Desde entonces, lucha para lograr penas más duras, similares al castigo por homicidio, porque esto "no son accidentes".

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