El pulso continúa en la Iglesia por ‘las monjas rebeldes’ de Belorado. Tras el anuncio del Arzobispado de Burgos, que asumirá el control del convento y tendrá el poder total sobre el monasterio y sus bienes, hoy ha reaparecido el "falso obispo", Pablo de Rojas Sánchez-Franco, con un nuevo desafío, como informa en el vídeo Óscar Arnaiz.
Paseando por los jardines del convento, planta cara al nuevo comisario pontificio, Mario Iceta, arzobispo de Burgos: “Reto al señor Iceta con mi presencia”, ha dicho, al tiempo en que ha anunciado con su portavoz que no abandonarán el monasterio de Belorado.
“Nosotros nos quedaremos mientras la madre abadesa requiera nuestros servicios y quiera que estemos aquí”, ha dicho el portavoz, y aunque aseguran que no tiene nada personal contra el arzobispo de Burgos, el llamado 'falso obispo', por su parte, añade: “Si él no hubiera hecho ninguna declaración, un servidor no hubiera hecho tampoco ninguna”.
Pablo de Rojas se defiende de las informaciones que ha vertido contra ellos con una grave acusación: “Debiera de ocuparse de los casos de pederastia y de agresiones sexuales que tiene en la diócesis de Burgos”, ha llegado a señalar, mientras en el interior del convento las denominadas ‘monjas rebeldes’, junto a la ya exmadre abadesa, se preparan para celebrar la precesión del Corpus.
“Todas están felices y contentas continuando con su vida de oración, de penitencia y de trabajo”, asegura el obispo excomulgado en 2019 y fundador de la llamada Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, que no está en comunión con Roma y que consideran “una secta”.
Entre tanto, las monjas meditan su respuesta al ultimátum del Vaticano.
Una vez que ya han dicho que abandonan la iglesia católica, que no van a recibir al arzobispo en el convento y que tampoco va a salir de él, todo apunta a que va a acabar este cisma de la iglesia en los tribunales, y ellas han puesto la primera piedra: han denunciado al arzobispo Mario Iceta por abuso de poder y por ursupación de la representación legal de los monasterios y vulneración del derecho de asociación. Dicen que ellas no se basan ya en el derecho canónico sino en el civil.
La exabadesa de la comunidad de clarisas de los monasterios de Belorado (Burgos) y Orduña (Vizcaya), que el pasado 13 de mayo anunciaron su salida de la Iglesia católica, interpuso la denuncia el miércoles en la comisaría de la Policía Nacional de Logroño, según ha informado José Ceacero, portavoz de las monjas clarisas y miembro de la Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, bajo cuya tutela se han puesto las religiosas, en una comparecencia pública a las puertas del monasterio de Belorado.
Ceacero ha indicado a los medios de comunicación que, con el nombramiento de Iceta como 'comisario pontificio' por parte de la Santa Sede, el arzobispo de Burgos ha cometido un abuso de poder y una usurpación de la representación legal que, ha insistido, le corresponde a la madre abadesa, sor Isabel, que es quien ha interpuesto la denuncia en Logroño.
También ha asegurado que se ha cometido una violación del derecho fundamental de asociación y del principio de libre separación voluntaria pues las religiosas "se separaron voluntariamente de una federación llamada Confesión Católicos" con el documento firmado por su representante legal, sor Isabel, el 13 de mayo.
Dicha separación se notificó vía burofax a Mario Iceta un día más tarde, por lo que, una vez ha habido una separación voluntaria, las hermanas "quedan fuera de su jurisdicción" y "ni Iceta, ni Roma ni nadie puede imponer el derecho canónico porque, en España, no puede estar por encima del derecho civil", ha insistido Ceacero.
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