El hombre de 25 años acusado de violar y asesinar a una menor de 14 años en Alcalá la Real (Jaén) en febrero de 2022 se enfrenta a una petición de prisión permanente revisable en el juicio que ha comenzado este lunes en la Audiencia de Jaén.
Tanto la acusación particular como la Fiscalía piden la máxima pena para para Nazzaryn N.N., el acusado de este crimen que, según el relato de los hechos que sostiene la Fiscalía, la noche del crimen, el 15 de febrero de 2022, llamó al teléfono de Emergencias 112 y confesó que había matado a la menor, de nombre Kwaula.
El asesino confeso, que se encuentra en prisión provisional desde hace dos años, ha llegado esta mañana a la Audiencia de Jaén custodiado por las fuerzas de seguridad.
Allí se encontraban la madre y un tío de la menor, que han vuelto a clamar justicia por un asesinato que consternó al municipio alcalaíno tras hallarse el cuerpo sin vida de Kwaula en las ruinas de la iglesia de Santo Domingo, junto a la fortaleza de La Mota.
La Fiscalía y la acusación particular piden para el acusado prisión permanente revisable y sostienen que hubo asesinato con alevosía y agresión sexual, mientras que la defensa solicita cuatro años de cárcel.
Desde la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género se pidió que este crimen fuera calificado como feminicidio de tipo sexual, al no haberse podido constatar que existiera una relación previa entre la víctima y su agresor.
La autopsia confirmó que se trató de una muerte violenta provocada por asfixia.
Durante la primera jornada del juicio, Nazzaryn N.N. ha declarado que la muerte de la adolescente se debió “al juego de la asfixia” que, según ha dicho, estaban realizando “de manera consentida”.
El joven ha dicho ante el tribunal con jurado popular (cinco hombres y cuatro mujeres) que aprendió esta práctica, que consiste en apretar el cuello o el pecho hasta hacer perder el conocimiento, en un campamento.
“Se acostó, tomó aire varias veces y le apreté el cuello. No pensé que fuera a salir mal, lo había hecho muchas veces”, ha declarado Nazzaryn.
En otro momento de su declaración ha comentado que quedó con Kwaula junto a la fortaleza de La Mota “de forma natural" tras estar en casa de una amiga. Y ha añadido que una de las amigas optó por dejarlos, por lo que se quedó solo con la víctima y empezó a practicarle el juego de la asfixia.
El acusado ha reconocido que llamó al 112 cuando supo que la chica estaba muerta, aunque no acompañó a los agentes de la Guardia Civil hasta el lugar de los hechos y decidió borrar del móvil todos los mensajes.
También ha declarado en esta primera jornada del juicio Hakhima Zeroil, madre de la menor asesinada, quien ha asegurado que su hija y el acusado no se conocían antes del día del crimen, cuando tuvieron un primer encuentro inicialmente en grupo en casa de una compañera de clase de Kwaula.
El juicio este martes contará con la declaración de los agentes de la Guardia Civil y el resto de miembros que participaron en la investigación de este crimen que consternó a los vecinos de Alcalá la Real.
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