Este lunes se cumplen 24 años de una de las desapariciones y muertes más misteriosas en la historia de la Comunidad de Madrid, el conocido caso Jonathan. El 27 de mayo del año 2000, con apenas dos años y ocho meses de edad, el rastro del niño se perdió en un centro comercial de San Fernando de Henares mientras estaba con familiares. Sus restos mortales no fueron hallados hasta pasados unos seis meses.
El niño desapareció ante la presencia de decenas de personas en unas circunstancias que la Policía trató de esclarecer por todos los medios. La muerte de Jonny, como conocían al pequeño, causó una enorme consternación a nivel nacional. De hecho, en tiempos de auge del 'true crime', a principios de este año comenzó el rodaje de una película inspirada en aquellos hechos; 'Hora y Veinte', dirigida por Marc Romero. En Informativos Telecinco recordamos cómo fue el caso Jonathan en su 24 aniversario.
El 27 de mayo del año 2000, parte de la familia de Jonathan Vega Barrull, de dos años y ocho meses, acudía al cementerio en el que se encuentra la tumba del padre del pequeño, Marcelino Vega, que falleció a los 21 años tras un accidente de tráfico cuando él era un bebé. Por otra parte, la tía de Jonny se encargó de sus cuidados y de los de sus tres hijos, y acudió al centro comercial Pryca de San Fernando de Henares (ahora otra cadena), cerca de Torrejón de Ardoz y la M-45.
Jonny, de familia de origen gitano, tenía la melena rubia y los ojos azules. Marcelino y Rosa, sus padres, tuvieron tres hijos, y él era el mediano. Residía en el poblado de Las Castellanas junto a su madre y otros familiares. Era un niño muy alegre y extrovertido, pero aquel sábado fatal cambió todo. Cuando estaba con sus primos en el citado centro comercial Pryca, después de unas fotos en el fotomatón, repentinamente, su tía se percató de que había desaparecido. A plena luz del día, sobre las 16:00 horas, y con el centro comercial repleto de gente. Empezó a buscarle por los pasillos y por las inmediaciones del establecimiento, pero no pudo dar con él. El rastro de Jonathan se esfumó en apenas minutos.
En una fecha triste en la que se conmemoraba el aniversario de la muerte del padre de Jonathan, la familia recibió un nuevo golpe. La tía del pequeño alertó a toda la familia y comenzó una búsqueda muy intensa que se prolongó durante meses y meses de incertidumbre. Se interpuso la denuncia por desaparición y, además de la investigación policial, se realizaron numerosas batidas.
Se activó la alerta en Interpol. Los agentes revisaron los coches del entorno del centro comercial, cada tienda y cada pasillo. Los bomberos peinaron los alrededores, así como las calles y los arroyos cercanos, de los ríos Jarama y Henares, y se emplearon perros especializados y otros medios terrestres, sin éxito. Los familiares de Jonny realizaron el recorrido desde Las Castellanas hasta el centro comercial y tampoco encontraron pistas. La madre del niño, a pesar de todo, mantuvo la esperanza de encontrarlo con vida hasta el último momento.
Se repartieron carteles por todo el país y se habilitó un teléfono de contacto para aportar información. Sin embargo, la familia del pequeño recibió numerosas llamadas en las que, desgraciadamente, se burlaban o incluso simulaban tener al niño retenido. Los investigadores avanzaron en las indagaciones y llegaron a prácticamente descartar la posibilidad de que Jonathan se perdiera solo. Uno de los móviles que se barajaron fue un enfrentamiento entre familias.
Los investigadores interrogaron a cientos de personas, ya que la familia del pequeño había cobrado meses atrás una indemnización millonaria por la muerte de Marcelino. Se barajó un secuestro, pero nadie pidió nada y no se hallaron indicios al respecto. Se analizaron las cámaras de seguridad del centro comercial, pero no aportaron nada relevante. Y una mujer que se encontraba en el establecimiento aseguró haber visto al pequeño junto a un hombre en la cafetería. Pero no se pudo determinar nada. Finalmente, tras casi seis meses de la desaparición, el 21 de noviembre del 2000, un camionero que revisó un descampado cerca de la M-45 antes de descargar su mercancía encontró los restos mortales del niño.
En un primer momento se informó de restos óseos y la familia identificó la ropa, la misma que llevaba cuando desapareció. Una prueba de ADN confirmó con posterioridad de que se trataba de Jonathan. A partir de ahí, el duelo por un "ángel", como le llamaba su familia, y un escenario lleno de incógnitas. Los restos mortales fueron hallados a un kilómetro y medio de distancia del Pryca y a un kilómetro de su poblado.
Los análisis científicos indicaron que murió en el mismo sitio donde se hallaron sus huesos, según informó 'ABC'. No obstante, no se pudo determinar la causa de la muerte. Su familia siempre se preguntó si las autoridades tuvieron a un sospechoso, pero el suceso no encontró respuestas. ¿Fue asesinado Jonathan? ¿Cómo llegó un niño de dos años hasta un pinar sin que nadie le viera? ¿Le secuestraron y dejaron allí sus restos? Se informó de que el lugar del hallazgo ya se había rastreado, pero este extremo no se pudo confirmar. El niño fue enterrado en el cementerio de La Almudena, en la misma sepultura de su padre, Marcelino Vega. Su madre y su entorno decidió cambiar de localidad tras el horror vivido. Ahora, el cineasta Marc Romero, de la mano de la productora Sorenfilms, prepara la película 'Hora y veinte', un thriller basado en esta historia protagonizado por Macarena Gómez, Roberto Álamo, Álex Ubago y Emma Suárez, entre otros intérpretes. El caso Jonathan, uno de los más misteriosos en España, no cae en el olvido.
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