Poco después de las 20.00 de este jueves se produjo el derrumbe de la terraza en el local Medusa Beach, en Playa de Palma. El local estaba lleno de clientes y trabajadores, a punto de empezar el primer turno de cenas cuando la estructura de la primera planta se desplomó. Hay cuatro muertos y numerosos heridos. Los primeros minutos fueron de caos y de mucha tensión, informa la periodista de Cristina Roig.
La terraza de la primera planta colapsó y cayó sobre las dos plantas inferiores: fueron instantes de pánico, tensión y caos. El derrumbe se produjo en un momento de máxima afluencia en la zona.
Era la hora de cenar y la terraza colapsada garantizaba una vista en la primera línea de mar y en uno de los puntos neurálgicos del turismo mallorquín.
El dispositivo de emergencia acudió rápidamente al lugar e inició un protocolo de desescombro a mano para sacar lo más rápido posible a las personas atrapadas. Finalmente, en el trágico suceso han muerto cuatro víctimas mortales, dos turistas, una camarera del mismo negocio y un trabajador de la zona.
En la planta baja el trasiego de bomberos tratando de hacer su trabajo en medio de la muchedumbre que se agolpaba en la calle, mientras los sanitarios realizaban maniobras de reanimación a una de las víctimas.
La policía para acordonar y despejar la zona, pero la gente no puede dar crédito a lo que ven sus ojos: donde minutos antes todo era música y diversión, se ha convertido en tragedia en un instante. En este lugar la primera zona de los comerciales estaba una mujer que también ha muerto al caer desde una altura de unos cuatro metros.
También en la playa situada, justo enfrente de la terraza colapsada, una mujer sufre un ataque de ansiedad tras saber que uno de los fallecidos es un senegalés que frecuentaba el establecimiento.
Un bombero ha explicado que el techo de la primera planta ha impactado sobre una bóveda que también se derrumbó. En ese sótano funcionaba una discoteca, que por suerte estaba vacío.
Los heridos fueron evacuados a toda velocidad hacia el paseo,; los más graves fueron atendidos en otras zonas, como este hombre al que han colocado un collarín, mientras otro era desalojado con una silla desde un edificio colindante.
Los sanitarios se encargaron de los heridos, mientras los bomberos con una escala desescombraban y removian algunos de los enormes bloques de hormigón caídos en la planta baja.
Hasta bien entrada la noche la Policía mantuvo la zona acordonada pidiendo silencio para que los bomberos pudieran seguir trabajando tratando de escuchar cualquier hilo de voz buscando personas atrapadas.
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