El teléfono del acusado del asesinato de Manuela Chavero lo sitúa "muy próximo" a su casa

La localización del teléfono de Eugenio Delgado, acusado de violar y matar a Manuela Chavero lo sitúa en la noche de la desaparición de "muy próximo a su casa en Monesterio.

La precisión del teléfono, al ser una zona urbana, se establece por medio de las antenas WIFI que coge que están a su alrededor", según han asegurado varios peritos de la Guardia Civil en su declaración este miércoles durante el juicio la Audiencia Provincial de Badajoz, por el asesinato de Manuela Chavero.

El móvil de Eugenio Delgado, único acusado, lo sitúa en la zona de la calle Sevilla número 34", en la que el acusado residía habitualmente, en concreto desde las 23.30 horas del día 4 y hasta las 8.01 horas del día 5, intervalo en los que desapareció la mujer.

Los investigadores han analizado el Iphone 7 que el acusado llevaba la noche del 4 de julio de 2016, y que detectaron movimiento desde las 08,01 hasta las 8,06 horas en el bar La Ponderosa de Monesterio, donde el acusado permaneció hasta las 8.32 horas.

A partir de esa hora, el movimiento del móvil hizo un recorrido desde el bar La Ponderosa, por la avenida de Extremadura, en las que "va cogiendo varias posiciones de las wifi" de los domicilios o los negocios por lo que va pasando, en dirección hacia el noroeste de la localidad, cuando la localización "empieza a nutrir de lo que son las torres de telefonía móvil cuya precisión ya es bastante baja", explican.

A partir de ahí se adentra en un entorno rural, que cuenta con una "precisión menor y distancia más grande", aunque lo sitúa en unos 3,5 kilómetros fuera del casco urbano de Monesterio, donde permanece hasta las 12.15 horas del día 5 de julio, cuando "ya hay un acercamiento por la parte norte de Monesterio", y la "precisión empieza a hacerse mucho más buena".

El "comportamiento habitual" de los delincuentes para evitar ser rastreados por su móvil

Ante el hecho de que el teléfono se sitúe en la calle Sevilla de Monesterio, y no en la calle Cerezo, donde presuntamente ocurrieron los hechos, los peritos señalan que "eso es un modo de comportamiento habitual en determinados delincuentes para no ser localizados en el sitio donde van a estar".

Añaden que "es habitual que los delincuentes ahora, evidentemente, saben que el teléfono les geolocaliza, de manera que, en muchas ocasiones, lo que hacen es dejarlo y se nota rápidamente, puesto que el teléfono, al no tener actividad, se queda como latente", relatan los peritos.

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