El trabajo a turnos puede aumentar el riesgo de diabetes y obesidad, según un estudio
Los trabajadores del turno de noche son más propensos a la diabetes, la obesidad y otros trastornos metabólicos
El riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares también es elevado en los trabajadores del turno de noche
Los efectos negativos de trabajar de noche o a turnos: perjudica gravemente la salud, acorta la vida un 20% y empeora su calidad
Solo unos pocos días en un turno de noche alteran los ritmos proteicos relacionados con la regulación de la glucosa en sangre, el metabolismo energético y la inflamación, procesos que pueden influir en el desarrollo de enfermedades metabólicas crónicas como la diabetes o la obesidad, según un estudio dirigido por científicos de la Universidad Estatal de Washington y el Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico, que proporciona nuevas pistas sobre por qué los trabajadores del turno de noche son más propensos a la diabetes, la obesidad y otros trastornos metabólicos.
"Hay procesos vinculados al reloj biológico maestro en nuestro cerebro que dicen que el día es día y la noche es noche y otros procesos que siguen ritmos establecidos en otras partes del cuerpo que dicen que la noche es día y el día es noche", señala el autor principal del estudio, Hans Van Dongen, profesor de la Facultad de Medicina Elson S. Floyd de WSU. "Cuando los ritmos internos están desregulados, se produce un estrés duradero en el sistema que creemos que tiene consecuencias para la salud a largo plazo", añade.
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Bastan tres días de turno nocturno para que se alteren los niveles de glucosa en sangre
Aunque se necesita más investigación, Van Dongen afirma que el estudio muestra que estos ritmos alterados se pueden observar en tan solo tres días, lo que sugiere que es posible una intervención temprana para prevenir la diabetes y la obesidad. Esta intervención también podría ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, que también es elevado en los trabajadores del turno de noche.
El estudio, publicado en el 'Journal of Proteome Research', el estudio implicó un experimento de laboratorio controlado con voluntarios a los que se les asignó horarios simulados de turnos diurnos o nocturnos durante tres días. Después de su último turno, los participantes se mantuvieron despiertos durante 24 horas en condiciones constantes (iluminación, temperatura, postura e ingesta de alimentos) para medir sus ritmos biológicos internos sin interferencias de influencias externas.
Se analizaron muestras de sangre extraídas a intervalos regulares durante un período de 24 horas para identificar proteínas presentes en las células del sistema inmunológico de la sangre. Algunas proteínas tenían ritmos estrechamente ligados al reloj biológico maestro, que mantiene al cuerpo en un ritmo de 24 horas. El reloj maestro es resistente a los horarios de turnos alterados, por lo que estos ritmos de proteínas no cambiaron mucho en respuesta al horario del turno de noche.
Sin embargo, la mayoría de las otras proteínas tenían ritmos que cambiaron sustancialmente en los participantes del turno de noche en comparación con los participantes del turno de día.
Este efecto podría ser causado por la regulación de la insulina
Al observar más de cerca las proteínas involucradas en la regulación de la glucosa, los investigadores observaron una inversión casi completa de los ritmos de la glucosa en los participantes del turno de noche. También descubrieron que los procesos implicados en la producción y la sensibilidad de la insulina, que normalmente trabajan juntos para mantener los niveles de glucosa dentro de un rango saludable, ya no estaban sincronizados en los participantes del turno de noche.
Los investigadores dijeron que este efecto podría ser causado por la regulación de la insulina que intenta deshacer los cambios de glucosa provocados por el horario del turno de noche. Dijeron que esta puede ser una respuesta saludable en el momento, ya que los niveles alterados de glucosa pueden dañar células y órganos, pero podrían ser problemáticos a largo plazo.
"Lo que demostramos es que realmente podemos ver una diferencia en los patrones moleculares entre voluntarios con horarios normales y aquellos con horarios desalineados con su reloj biológico", afirma el científico computacional de la División de Ciencias Biológicas del PNNL, Jason McDermott. "Los efectos de esta desalineación aún no se habían caracterizado a este nivel molecular y de esta manera controlada", añade.
El siguiente paso de los investigadores será estudiar a los trabajadores del mundo real para determinar si los turnos nocturnos causan cambios proteicos similares en los trabajadores por turnos prolongados.
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