¿Qué síntomas ayudan a detectar a tiempo la diabetes?
Los casos de diabetes se multiplican en España y se relacionan directamente con la obesidad y una vida sedentaria: evitarla depende en gran parte de nuestros hábitos
Tener mucha sed y muchas ganas de orinar, bajar de peso... son algunos signos de alerta que pueden ayudarte a identificar una diabetes
Una mayor ingesta de aceite de oliva reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular, diabetes y mortalidad prematura
La diabetes es una enfermedad cada vez más frecuente que tiene que ver con unos niveles de glucosa (azúcar) de la sangre excesivamente elevados. En realidad, se trata de un conjunto de enfermedades con un factor en común, si bien su causas pueden ser distintas. Así, la glucemia (es decir, la glucosa que circula por la sangre) aumenta como resultado de defectos en la secreción de insulina o bien en su acción, o en ambas. Precisamente esta hormona, que fabrica el páncreas, es la que permite que las células utilicen la glucosa de la sangre como fuente de energía. Por eso algunos diabéticos deben controlar sus niveles de glucosa en sangre mediante el uso de insulina. ¿Qué síntomas ayudan a detectar a tiempo la diabetes?
¿Qué síntomas ayudan a detectar a tiempo la diabetes?
MÁS
Los casos de diabetes en España se han incrementado en un 42 por ciento en los dos últimos años, sobre todo en los casos de la diabetes tipo 2, que supone más del 95 por ciento de los supuestos, según los datos de Hospital Quirónsalud. De hecho, en España hay más de cinco millones de adultos con esta enfermedad, de manera que uno de cada siete adultos la padece.
Además, se estima que el 90 por ciento de los casos de diabetes tipo 2, la más prevalente, son atribuibles al sobrepeso y obesidad, y afectan a más del 53 por ciento de la población adulta en España. La buena noticia es que está ampliamente demostrado que la actividad física regular, una buena alimentación y hábitos de vida saludables pueden prevenir esta enfermedad hasta en un 70 por ciento de los casos, por lo que gran parte del trabajo (y la oportunidad) para evitarla está de tu mano.
Para que tengas claras las diferencias, la diabetes tipo 1 se produce porque el páncreas deja de segregar insulina, sin causa desencadenante bien conocida, aunque mediante un mecanismo autoinmune que destruye las células encargadas de fabricarla. Como consecuencia de ello el niño o adolescente comienza a comer y beber mucho y a perder peso, pudiendo llegar a presentarse un coma diabético si no se instaura el tratamiento.
En el caso de la diabetes tipo 2, se produce una resistencia de los tejidos a la acción de la insulina. Este tipo de diabetes es más frecuente en adultos aunque también puede presentarse en niños con obesidad, y la mayoría de las veces ocurre como consecuencia de una mala alimentación, unida al sedentarismo. Además, en muchas ocasiones la diabetes tipo 2 es asintomática, por lo que hay que pensar en los factores de riesgo para desarrollarla como son el sobrepeso u obesidad, la edad avanzada, la inactividad física, los antecedentes familiares de diabetes tipo 2, y los antecedentes personales de diabetes gestacional, entre otros.
Por eso es tan importante aprender a reconocer los 'picos' de azúcar y los primeros síntomas de la diabetes, para poder adoptar medidas cuanto antes. De hecho, un problema añadido en la diabetes es el diagnóstico tardío: según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 50 por ciento de las personas que tienen diabetes en España están sin diagnosticar. La misma institución sitúa la prevalencia de esta enfermedad en alrededor de 143 millones de personas en todo el mundo.
Toma nota de cuáles son los síntomas de la diabetes:
- Tener mucha sed y muchas ganas de orinar. Si hay mucha glucosa en nuestra sangre, los riñones tienen que trabajar a todo gas para eliminarla con la orina, por lo que tendremos más ganas de orinar. Además, necesitaremos reponer líquidos, por lo que nuestro cuerpo nos lo hará saber con una intensa sensación de sed.
- Pérdida de peso. Es posible que se produzca una pérdida de peso que, aparentemente, no tiene ninguna razón de ser. Está más relacionada con la diabetes tipo 1 y suele ir unida a una sensación de hambre.
- Cansancio. Si nuestro cuerpo no produce insulina, la glucosa no entrará en las células para darles la energía que necesitan, por lo que lo normal será que nos encontremos más cansados. Esa fatiga también puede estar relacionada con otros factores asociados a la diabetes, como la obesidad o la hipertensión arterial.
- Problemas de visión. Un exceso de glucosa en sangre puede dañar los vasos sanguíneos de los ojos y provocar visión borrosa. Además, la mayor pérdida de líquidos asociada a la diabetes puede suponer problemas de ojo seco, lo que nos impedirá enfocar bien la vista. Si una persona con diabetes no recibe el tratamiento adecuado podrá sufrir problemas más graves, como una pérdida permanente de la visión.
- Entumecimiento de las extremidades. Los niveles elevados de azúcar en sangre también pueden afectar a la circulación y, en personas con diabetes tipo 2, se pueden traducir en sensación de hormiguero o de entumecimiento en las manos y en los pies.
Si experimentas estos síntomas, lo mejor es que acudas a un médico para que pueda realizar las pruebas necesarias y determinar si efectivamente padeces algún tipo de diabetes.