Hoy en día es habitual ver patinetes eléctricos aquí y allá por las grandes ciudades, pero lo que quizás no sabías es que conducir este tipo de vehículos supone la aceptación de una serie de reglas y normativas que rigen su tránsito. De esta forma se determina una velocidad máxima, vías por las que circular y más requisitos que se deben cumplir para poder usar este tipo de medios de transporte en la vía pública. Estas normas han sido diseñadas con el objetivo de garantizar la seguridad de los usuarios de VMP, así como de peatones y otros vehículos con los que comparten el espacio vial.
La velocidad legal para patinetes eléctricos en España se establece en un máximo de 25 km/h según la normativa vigente, marcada por el Real Decreto 970/2020. Este límite se aplica a la circulación en zonas urbanas y en vías específicas donde estos vehículos de movilidad personal (VMP) están autorizados a transitar.
Esta medida busca equilibrar la eficiencia y la seguridad, permitiendo a estos dispositivos desplazarse de manera segura tanto para el conductor como para los peatones. La restricción de velocidad también subraya el enfoque en el uso urbano de los patinetes eléctricos, enfocándose en su papel como una alternativa sostenible y eficiente al transporte convencional en las ciudades
Es importante señalar que está prohibido el uso de patinetes eléctricos en aceras, zonas peatonales, y cualquier vía interurbana. Además, la edad mínima para conducir un patinete eléctrico en España es generalmente de 16 años, aunque algunos municipios han adaptado esta regla a sus propias ordenanzas, pudiendo variar ligeramente. Por ejemplo, en Madrid y Sevilla, la edad mínima es de 15 años, mientras que en Pamplona se reduce a 14 años. Esta flexibilidad demuestra el enfoque adaptativo de la legislación, permitiendo a las autoridades locales ajustar las reglas para reflejar mejor las realidades de su entorno específico.
El consumo de alcohol y drogas mientras se conduce un patinete eléctrico es sancionable con multas que pueden oscilar entre 500 y 1.000 euros, dependiendo de la tasa de alcoholemia. En caso de pruebas positivas en drogas, siempre se aplicará la sanción más severa, y el vehículo será inmovilizado.
Por otra parte el uso del casco al ir en patinete eléctrico no es obligatorio a nivel nacional, por mucho que siempre sea lo recomendable. Eso sí, en determinados municipios pueden imponer esta medida, especialmente para menores o profesionales. No usar casco donde sea obligatorio puede traducirse en multas de 200 euros.
Una novedad importante es que desde el pasado 22 de enero de 2024 todos los patinetes eléctricos comercializados deben contar con un Certificado de Circulación. Los patinetes vendidos antes de esta fecha podrán circular hasta el 22 de enero de 2027 sin necesidad de este certificado. Después de esa fecha, solo los patinetes con el certificado estarán autorizados para circular. Este certificado asegura que los patinetes cumplen con los requisitos técnicos y de seguridad necesarios para su operación segura en el entorno urbano.
En él se especifican requisitos técnicos como la altura máxima, anchura, velocidad máxima, potencia del motor, y otros elementos como sistema de frenado, visibilidad, y la necesidad de contar con un sistema de estabilización para aparcar. Es fundamental que los patinetes cumplan con estas especificaciones para garantizar la seguridad tanto de los usuarios como de los peatones.
Cada municipio puede tener normas específicas para la circulación de patinetes eléctricos, por lo que es esencial consultar las ordenanzas municipales antes de usar estos vehículos en una nueva ciudad.
En conjunto, todas estas regulaciones reflejan un compromiso con la seguridad, la sostenibilidad y la eficiencia en la movilidad urbana. Mientras que la legislación ofrece un marco general, la capacidad de los municipios para adaptar las reglas a sus contextos específicos es crucial para la efectiva integración de los patinetes eléctricos en el tejido del transporte urbano.