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La Audiencia de León ha impuesto una pena de 18 años de cárcel a Jorge Cervantes, de 24 años, quien se encontraba en prisión provisional por asesinar de una puñalada al joven universitario, Mario Fuentes, de 18, cuando se encontraba en un botellón en el barrio leonés de La Palomera el 16 de mayo de 2021.
La sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, fija una pena inferior a los 22 años reclamados por el fiscal y la acusación particular, e impone una indemnización de más de 210.000 euros a la familia de la víctima, natural de Colindres (Cantabria). En concreto, deberá pagar 178.010 euros a los padres de la víctima y 32.120 a su hermano menor.
Los hechos tuvieron lugar en León el 16 de mayo de 2021, cuando se produjo un altercado entre dos grupos de jóvenes que se encontraban de madrugada en un solar ubicado en las inmediaciones del pabellón de La Torre del barrio de La Palomera.
Los amigos de la víctima relataron que estaban de 'botellón' cuando se les acercó un grupo de seis personas y comenzaron a agredirles.
En un momento de la pelea, el autor confeso de los hechos clavó una navaja de 16 centímetros de hoja en el costado izquierdo del joven cántabro, que fue trasladado al Complejo Asistencial Universitario de León herido de gravedad, donde falleció pocos minutos después de ingresar.
Horas después de lo sucedido, tras huir del lugar en un vehículo junto con otros amigos, el agresor fue detenido en su domicilio por la Policía Nacional.
La jueza instructora decretó días después prisión provisional, comunicada y sin fianza para el procesado, al "existir indicios" de que era el autor de la muerte de Mario Fuentes.
El juicio por la muerte de Mario Fuentes comenzó el 26 de febrero de 2024 y concluyó el 1 de marzo en la Audiencia de León y, el martes 5, el jurado popular declaró culpable de asesinato a Jorge Cervantes. La Fiscalía y la acusación particular pedían para él una pena de 22 años por un delito de asesinato e indemnizar a la familia de la víctima con 177.000 euros.
Finalmente, la Audiencia de León ha impuesto una pena de 18 años de cárcel y una indemnización de más de 210.000 euros a la familia de la víctima, natural de Colindres (Cantabria). En concreto, deberá pagar 178.010 euros a los padres de la víctima y 32.120 a su hermano menor.
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