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Último adiós a Javier Márquez Villaverde, el joven de 20 años cuyo cadáver fue localizado el miércoles enredado en las ramas de los árboles en un tramo del río Ebro a su paso por Logroño tras 19 días desaparecido. Vecinos, familiares, autoridades y amigos han abarrotado el domingo la catedral de Santo Domingo de la Calzada, donde se ha oficiado el funeral.
Desde las 15:30 horas había muchas personas congregadas en las inmediaciones del templo, media hora antes de iniciarse el funeral por este joven de 20 años, y que ha oficiado el obispo de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, Santos Montoya.
Varias coronas de flores se han colocado a la puerta de la catedral, desde cuya plaza, un numeroso grupo de personas han podido seguir también, por megafonía, el funeral por el fallecido, quien desapareció durante la madrugada del 2 de marzo, tras despedirse de sus amigos en una discoteca del Casco Antiguo de Logroño cercana a la ribera del Ebro.
Durante el funeral, el obispo ha dado la palabra a la portavoz de la familia, Noelia Pascual, quien ha leído un texto, en el que ha expresado el agradecimiento de la misma a todas las personas que han colaborado en la búsqueda del joven y a todos los presentes, entre ellos, el presidente de La Rioja, Gonzalo Capellán.
Desde el pasado jueves, Santo Domingo de la Calzada ha vivido tres días de luto oficial decretadas por el Ayuntamiento por este suceso, que terminaron en la noche del sábado, con las banderas en el Consistorio ondeando a media asta.
El miércoles, localizaron su cadáver tras 19 días de una búsqueda sumamente “complicada” y “muy intensa” con el caudal del río “en sus máximos”, algo que ha complicado todo, según señaló la delegada del Gobierno en La Rioja, Beatriz Arraiz.
Acompañada por el jefe superior de Policía en La Rioja, Manuel Laguna, y el coronel jefe de la X Zona de la Guardia Civil, Enrique Moure, la delegada del Gobierno indicó en una rueda de prensa que la búsqueda del joven se encaró “como algo personal” en la que han puesto todo para encontrarlo.
Por su parte, Laguna señaló que "la bajada de caudal" fue "determinante” para encontrarle, porque el sitio donde estaba era “muy complicado” de acceder. De hecho, explicó que los perros "ya habían detectado esa misma mañana en la orilla contraria, pero el caudal del río había ocultado el cadáver”-
“Estaba enzarzado con ramas de árbol. Es una zona en la que sube mucho el nivel del río, se acumula mucha agua”, precisó, indicando que la ropa concordaba con la del joven, que llevaba la cartera y el móvil.
Sobre las hipótesis de lo sucedido, recordó que se mantiene el secreto de sumario y evitó pronunciarse sobre una supuesta caída accidental. Será la autopsia la que determine la causa exacta de la muerte y la que descarte con precisión si no hay signos de violencia.
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