Las torrijas son uno de los postres más demanadados durante Semana Santa. Esta delicia dulce ha dado el salto de la sartenes a los microondas o las nuevas freidoras de aire. Pero también son un producto habitual en las tiendas y supermercados, lo que ha permitido su popularización. Para comprobar si hablamos de un poste de calidad y bien elaborado, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha llevado a cabo un análisis comparativo y estos son los resultados.
Según este estudio a través de una prueba de degustación, además del etiquetado, peso, composición y calidad nutricional, 4 de las 6 torrijas analizadas han superado el paladar de los expertos. Se trata de las torrijas de El Corte Inglés, seguida del producto de Ahorramás y Casa Ezeiza y Mercadona. Por el contrario, las peor valoradas y que no superan el aprobado son la de Carrefour y Alcampo. El análisis detecta, entre otras cosas la sustitución de miel y azúcar por jarabes, la presencia de grasa de palma y el exceso de aditivos.
Los resultados obtenidos son algo mejores que los del año pasado; 4 de los 6 productos analizados supera la prueba, frente al año pasado donde solo aprobaba la mitad. De hecho, todas salvo Casa Eceiza han reformulados sus productos.
Uno de los inconvenientes es la excesiva presencia de aditivos, con una media de 6 por producto, entre los que se encuentran almidones modificados, colorantes, correctores de acidez y conservantes. De hecho, solo una torrija (El Corte Inglés) no presenta aditivos entre sus ingredientes.
Un aspecto preocupante es ya habitual en la mayoría de las torrijas de supermercado analizadas por OCU, la sustitución de parte del azúcar o de la miel por jarabes de glucosa, un edulcorante más barato y de inferior calidad. Lo que no impide que su precio sea relativamente elevado: 15,44 €/kg.
Según la OCU todavía queda mucho por mejorar. Por ejemplo, en el etiquetado, donde se muestre la información nutricional por ración, o un teléfono para contactar con el fabricante, o responsable de la marca. Por otra parte, el uso de aditivos que alejan el producto de su tradicional elaboración (muchos son productos que se venden congelados), el empleo de jarabes de glucosa que sustituyen en parte al azúcar y por último una degustación realizada por un grupo de expertos pasteleros que no todas han superado, ha mostrado una serie de defectos imperdonables, como son torrijas poco jugosas con bordes resecos y sabores a aceite no agradables.
Sin embargo, concluye, el hecho de que se hayan reformulado todas ellas menos Casa Eceiza y los resultados de nuestro estudio, nos permite afirmar que este año las torrijas son de mejor calidad.
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.