En los últimos años, la freidora de aire se ha ganado por derecho propio un lugar privilegiado en muchas cocinas, precisamente por todas las ventajas que ofrece frente a otro tipo de cocinado más tradicional. Podemos obtener platos con un sabor que nada tiene que envidiarle al de la receta original usando unas pocas cucharadas de aceite. ¿El resultado? Preparaciones versátiles, más sanas, con un contenido calórico mucho más reducido.
Las rosquillas de anís son uno de esos postres que van perfectos para la air fryer: gracias la circulación de aire caliente a alta velocidad, quedan crujientes por fuera y esponjosas por dentro, con todo el aroma y el sabor distintivo del anís.
Prepara rosquillas muy crujientes en la freidora de aire
Una receta clásica de rosquillas puede adaptarse de muchas formas a nuestro gusto, según nos gusten rasas, sin aromas, o aromatizadas con cítricos, especias, vainilla o licor (el anís, en este caso).
Ingredientes:
2 tazas de harina de trigo (450g)
1/2 taza de azúcar
2 cucharaditas de levadura en polvo
1/4 cucharadita de sal
2 huevos grandes
1/2 taza de leche a temperatura ambiente (100 ml)
50 ml de aceite de girasol (o cualquier otro aceite vegetal)
2 cucharaditas de anís
Media taza de zumo de naranja (opcional)
Ralladura de naranja.
Azúcar glas (opcional, para espolvorear)
Preparación:
En un tazón grande, tamizamos la harina, la levadura y la sal.
Mezclamos bien los ingredientes secos para que se integren perfectamente.
En otro recipiente, batimos los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla bien integrada. Los huevos deben perder parte del color amarillo de las yemas.
Agregamos el aceite, la leche y el extracto de anís a la mezcla de huevo y azúcar. Seguimos batiendo hasta que se incorporen.
Añadimos la mezcla de ingredientes secos y comenzamos a remover hasta obtener una masa esponjosa y suave. Tiene que ser homogénea, pero hay que tener cuidado de no batirla en exceso para que las rosquillas no se vuelvan demasiado duras en la air fryer.
Cubrimos el bol con un paño húmedo y dejamos que leve y repose durante media hora. Esto ayudará a relajar la masa para trabajarla más adelante.
Una vez pasado el tiempo, toca enharinar la superficie de trabajo y empezar a formar las rosquillas. Primero fabricamos bolas del tamaño de una nuez, las hacemos rodar para formar un cilindro delgado y unimos los extremos, asegurándonos de que queden bien pegados. Opcionalmente podemos extender la masa sobre la superficie enharinada utilizar un cortador de pastelería.
Precalentamos la freidora de aire a 180º durante cinco minutos y colocamos las rosquillas en la canasta, encima de un papel de horno, para que no se peguen. No nos interesa que se amontonen para que la fritura sea uniforme, así que es aconsejable cocinarlas varias tandas.
Dejamos que se cocinen 7 minutos, abrimos la bandeja, les damos la vuelta y terminamos horneando otros 7 minutos.