Un grupo de refugiadas palestinas está pasando unos días en Barcelona, olvidando, al menos temporalmente, el infierno de su realidad. El baloncesto les ayuda a encontrar el camino hacia una nueva vida.
“Me ha alejado de los problemas. Es como una medicina”, expresa Amina, que lleva diez años jugando al baloncesto. Como el resto de mujeres que la acompañan, forma parte del primer equipo femenino fundado en el campo de refugiados palestino de Shatila, en Beirut, Líbano.
Allí, la falta de oportunidades marca el destino de muchas jóvenes. Cuando se formó el equipo, “algunas familias apoyaron a sus hijas desde el principio. A otras les costó más tiempo”, recuerda.
Son jóvenes valientes que con su esfuerzo han construido su camino hacia la libertad. El deporte ha sido para ellas una gran herramienta que les ha permitido salir de casa e ir a un sitio seguro.
Gracias al baloncesto han superado las adversidades y han derrotado a su peor rival, la violencia machista.
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.