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La Guardia Civil ha detenido este lunes al cura de una parroquia de Don Benito, Badajoz, y a su pareja, ambos acusados de vender drogas en la casa sacerdotal. Los investigadores les acusan de “traficar” con viagra y “otros potentes afrodisiacos”. La operación sigue abierta.
Los dos hombres han sido detenidos en la casa sacerdotal, donde convivían. Uno de sus clientes ha reconocido a los investigadores que el cura de la parroquia de Don Benito, en Badajoz, le suministraba sustancias estupefacientes.
De hecho, en la localidad todo el mundo sabía de las continuas idas y venidas de gente a la casa sacerdotal de la Parroquia de San Sebastián.
El cura y su pareja fueron detenidos en la vivienda anexa a la parroquia, donde ambos convivían. En el registro se incautaron de abundante material estimulante. Los agentes registraron también la parroquia.
Los investigadores han estado meses haciendo un seguimiento al párroco, que cada vez tenía más clientes. El sacerdote creía que su condición le daba impunidad y eso le habría hecho bajar la guardia. La operación, bajo secreto de sumario, sigue abierta. No se descartan más detenciones, aunque la Guardia Civil les considera a ellos los cabecillas.
El cura deberá comparecer en el juzgado los días 1 y 15 de cada mes, una vez decretada su libertad provisional. Así lo ha decidido el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de la localidad para el también profesor de Religión en el colegio Sagrado Corazón de Don Benito. Al parecer, tras los habituales seguimientos, los agentes que investigan el caso comprobaron el trasiego de personas que acudían al lugar, la vivienda de los detenidos, para adquirir los productos de manera irregular.
En el registro de la vivienda fue incautado material estimulante y hallado unos 3.300 euros en efectivo. En declaraciones a los medios, el abogado del sacerdote, Jesús Carretero, ha confirmado que su cliente ha quedado en libertad con cargos y que este “no tenía conocimiento” de los hechos.
También ha señalado que “todo lo que se está diciendo es absolutamente falso” y ha asegurado que “no hay ninguna prueba que a él le incrimine”, pues «no tenía conocimiento de nada».
Por su parte, el delegado del gobierno, José Luis Quintana, no ha querido dar declaraciones a los medios sobre este tema, dado que “es una investigación abierta, la presunción de inocencia está por encima de todo y hay que dejar que la Guardia Civil haga su trabajo”, ha manifestado.
El Obispado de Plasencia, al que pertenece Don Benito, ha emitido un comunicado al respecto en el que ha señalado: "A la espera de tener más información de la publicada por los medios acerca de la detención de un sacerdote en Don Benito, lamentamos los hechos descritos por el dolor, sufrimiento y escándalo que suponen".
Del mismo modo, añaden que están aguardando a que se esclarezcan los hechos y que la investigación sigue su curso. Han agregado que, “con prudencia y respeto hacia las personas indicadas”, desde el obispado muestran su disposición a colaborar en todo lo que sea necesario y se les requiera, así como afrontar las actuaciones pertinentes.
Este martes la parroquia ha permanecido cerrada y en el barrio de San Sebastián los vecinos no daban crédito a lo sucedido con el párroco y pocos han querido pronunciarse sobre esta detención.
“No podía ni imaginar que el sacerdote estuviera metido en algo así”, ha señalado una vecina para luego agregar que el cura “es muy querido” en el barrio, destacando de él la participación en múltiples actividades de índole municipal.
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