El cuerpo de Gabriela Reyes podría haber estado en el río Arga desde su desaparición, según la autopsia

Las pruebas dactilares confirman que el cuerpo sin vida hallado el viernes 16 de febrero en el río Arga a su paso por Barañáin, una zona que ya había sido rastreada, es el de Rosa Gabriela Reyes Chávez, la mujer de 35 años y origen dominicano que desapareció hace más de dos meses en Pamplona tras salir de un bar de madrugada. El cuerpo pudo estar en el agua desde el día en el que desapareció y ser arrastrado por las riadas hasta la zona donde fue localizado, según los resultados de la autopsia.

Tras más de dos meses de búsqueda, un viandante encontró el cuerpo semisumergido de una mujer en un remolino en el río Arga a su paso por la localidad de Barañáin, a varios kilómetros de donde se le vio por última vez. Se trata de una zona habitual de paseo, con un parque infantil y mesas para comer en las inmediaciones, cercano a las viviendas de Barañáin y a la fábrica de Volkswagen. 

El cuerpo se halló en una zona ya rastreada

El Grupo de Rescate Acuático de Bomberos de Navarra ya había rastreado esa zona y no había encontrado el cuerpo. Tampoco lo habían avistado los helicópteros desde el aire, ni los buzos, según publica ‘Diario de Navarra’.

Esto podría explicarse por las últimas riadas, que podrían haber arrastrado el cuerpo hasta esta zona. Inicialmente, el cadáver habría quedado enganchado por alguna rama o entre dos aguas por alguna rama o algún objeto, según el mencionado medio.

Esta teoría esta apoyada por los resultados de la autopsia, que revelan que el estado de descomposición del cuerpo es compatible con que el cuerpo de Gabriela Reyes hubiese estado en el agua estos más de dos meses. Además, presentaba traumatismos en la cabeza y en la espalda que podrían explicarse por el propio trayecto del cuerpo por el río Arga y los impactos con ramas y otros elementos presentes en el agua, según ‘Noticias de Navarra’.  

La investigación del caso

Tras el hallazgo la Policía Nacional confirmó que el caso sigue bajo secreto de sumario y que, a la espera de realizarse las pruebas necesarias para confirmar su identidad, "desgraciadamente todo parece indicar que se trataría de la mujer desaparecida desde el día 7 de diciembre en el barrio de San Jorge de Pamplona".

Desde que desapareciese Gabriela Reyes, la Policía Nacional ha llevado a cabo un exhaustivo trabajo con el visionado de cámaras y la reconstrucción de los pasos que pudo dar la joven la noche que desapareció.

Ese día, sobre las 01:30 horas, Gabriela Reyes salió de un bar de la calle del Doctor Juaristi de Pamplona. Según contó su hermana Mariel a ‘Informativos Telecinco’, se dirigía a casa de su novio, ubicada a unos 90 metros del local, pero este supuestamente se quedó dormido, según declaró el hombre ante la Policía.

Su familia descartó que su desaparición fuese voluntaria. La mujer tenía planeado hacer un viaje a Santo Domingo de tres meses. Así las cosas, el caso se consideró de alta vulnerabilidad.

En estos meses se han realizado sin éxito rastreos en el río Arga, que atraviesa Pamplona, donde sus allegados han realizado varias concentraciones. De hecho, el domingo, tras el hallazgo del cuerpo, la familia de Gabriela Reyes se concentró en Pamplona para pedir al Ejecutivo regional y a las autoridades locales que se esclarezca la desaparición al detalle y no caiga en el olvido.

La investigación permanece abierta, aunque no relacionan la muerte con ningún hecho delictivo, según señalaron a EFE fuentes cercanas al caso. 

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