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Continúa el misterio sobre la desaparición de Vicente Sánchez Rivero, más conocido como 'Tente', el hombre de 79 años que ganó un millón de euros en la lotería y cuyo rastro se perdió en la localidad de Hinojal, en Cáceres (Extremadura), el pasado sábado 27 de enero. Esta semana se han realizado nuevas batidas de búsqueda por las inmediaciones del municipio, pero no han tenido éxito.
La Guardia Civil realizó el pasado jueves un despliegue de varios efectivos para continuar con las indagaciones, pero las labores no han dado resultados por ahora. La familia del hombre aseguró recientemente que sospecha que pudo ser secuestrado, especialmente después de haber conseguido el citado premio.
La zona en la que desapareció Vicente Sánchez Rivero:
La desaparición de Vicente Sánchez Rivero tiene la particularidad de que ganó un millón de euros, un hecho del que tenían conocimiento la mayoría de sus vecinos y allegados, como la misma familia afirma. Al parecer, el hombre no mantuvo la noticia del premio con discreción. No obstante, los que le conocen aseguran que era algo desconfiado, hasta el punto de que no le comunicó a su hermana en un primer momento que había ganado el premio de la lotería.
La principal hipótesis que han barajado sus familiares y vecinos desde el primer día es la del secuestro. Una teoría que se reforzó cuando los investigadores encontraron la casa del desaparecido "patas arriba", con un desorden inusual, como si alguien hubiera estado buscando algo. El rastro de Vicente se perdió cuando el anciano acudió a cobrar la pensión. Según los indicios, se dejó su teléfono móvil en casa. Y las dos puertas de la parte trasera de la vivienda aparecieron abiertas de par en par, algo que, según su hermana, no es propio de él. Las autoridades han movilizado numerosos agentes, drones, perros especializados en búsqueda de desaparecidos y efectivos del equipo de actividades subacuáticas para llevar a cabo varios rastreos en la zona. Pero no hay ninguna pista.
Vicente es una persona con una rutina muy marcada, según apuntan los que le conocen. Solía salir a comprar el pan, iba al bar del pueblo, siempre llevaba el teléfono consigo y solía frecuentar el centro comercial Ruta de la Plata de la ciudad. Además, siempre iba hasta Cáceres en transporte público a final de mes para cobrar allí su pensión.
Su hermana Elvira habló con él 15 días antes de desaparecer. En la llamada, aseguró que se encontraba bien. Sin embargo, la mujer le volvió a llamar poco después y ya no obtuvo respuesta, lo que extraña a la familia porque, según ella, siempre devolvía la llamada cuando veía una perdida.
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