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El miércoles 24 de enero, se cumplieron 15 años del asesinato de la joven sevillana Marta del Castillo, un crimen que cambió muchas cosas. Llevó a la reforma del Código Penal y de la Ley de Violencia de Género para proteger mejor a las menores. La desaparición y muerte de Marta del Castillo también transformó los métodos de investigación policial, obligando a hacer cambios en los protocolos policiales.
La familia de Marta del Castillo volvía a concentrarse en Sevilla tres lustros después de su asesinato, un crimen por el que fue condenado Miguel Carcaño, el autor confeso, a 21 años y tres meses de cárcel. 15 años después no han encontrado su cadáver y el padre de Marta del Castillo señala a la Justicia como responsable.
Su abuelo, José Antonio Casanueva, pide que la investigación continúe, que se repita el juicio y se clone el móvil del resto de acusados para poder localizar el cuerpo y que puedan descansar por fin.
La muerte de Marta del Castillo no fue en vano. Desde el 24 de enero de 2009 han cambiado muchas cosas. “La legislación cambió, reaccionó, atendió esa petición popular para endurecer las penas, tipificar nuevos delitos, etc.”, señala José María Núñez, abogado penalista.
El caso de Marta no se consideró violencia de género, algo que ahora no pasaría “existiendo una relación sentimental previa”, explica.
Además, tras su desaparición el protocolo de actuación policial también cambió. Desde entones cualquier menor que no aparezca se considera de riesgo desde el minuto uno. Ellos “hicieron una labor encomiable. Movilizaron a los medios, a la sociedad" y fueron además impulsores junto a otras víctimas de la prisión permanente revisable.
Son 15 años en los que han movido los cimientos de todo un país que sigue buscándola.
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