La asistenta acusada de intentar matar en dos ocasiones a una niña de menos de dos años a la que cuidaba ha vuelto a negar los hechos, asegurando que no es una "asesina de niños", pero la Fiscalía ha mantenido su petición de 25 años de prisión al considerar acreditado el delito de intento de asesinato.
La Audiencia Provincial de Madrid ha dejado visto para sentencia este martes el juicio a R.N., acusada de asesinato en grado de tentativa, tras la declaración de una doctora que atendió a la niña después de los hechos, en 2018, y la exposición de los informes finales de cada parte. "No soy una asesina de niños", ha asegurado la acusada en su derecho a la última palabra, que ha asegurado que los niños de esa familia, a los que cuidaba, en ningún momento le han tenido miedo, añadiendo que "si hubiera querido hacerles daño, ya le lo habría hecho" porque pasaba con ellos casi once horas diarias.
La acusada, que ya dijo que su declaración que no era culpable, ha puesto de relieve que no entiende por qué los padres de la niña la han denunciado si hasta unas semanas antes de los hechos tenían muy buena relación. La mujer, de nacionalidad rumana, está en prisión provisional desde el pasado 29 de noviembre, ya que tras arrancar el juicio la Fiscalía pidió esta medida argumentado que existe riesgo de fuga, y este martes el fiscal ha solicitado que siga en la cárcel hasta que se dicte la sentencia. Previamente, tras ser arrestada, estuvo en prisión desde el 16 de mayo de 2018 hasta el 13 de noviembre de ese año.
Según el relato de la Fiscalía, el 28 de febrero de 2018 la niñera agredió "violentamente" a la menor de los tres hermanos que cuidaba, una niña de menos de dos años, cuando se encontraba a solas con los pequeños. Además volvió a intentar matar a la víctima el 3 de marzo de la misma forma, causándole hematomas y fracturas por lo que estuvo hospitalizada dos días en la unidad de reanimación del servicio de neurología y llevó un collarín cervical varios meses.
El fiscal ha mantenido su petición de 25 años de prisión porque las declaraciones de los peritos concluyen que las lesiones no se corresponden con una caída accidental y están producidas por un golpe de alta intensidad.
La acusación particular también ha mantenido su petición de 25 años de cárcel por intento de asesinato, pues ha quedado acreditado el dolo debido a la existencia de agresiones previas.
La defensa ha pedido la libre absolución de la acusada porque no hay pruebas directas para incriminarla y ha considerado que solo se le podría condenar de forma subsidiaria por un delito de agresiones. Una de las doctoras que atendió a la bebé tras las agresiones del 13 de marzo ha afirmado, al igual que ya hicieron otros facultativos, que aunque podría tratarse de una caída, es inusual que un tropiezo provoque los hematomas que presentaba la niña en ambos lados de la cabeza.
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