El temporal Juan que azota media España está dejando numerosas carreteras cortadas por la nieve, mientras, desde la DGT advierten a los conductores de estar precavidos y circular con cadenas en algunos tramos, pero existen diferentes tipos por lo que es necesario saber cuales son las más adecuadas para nuestro coche y así circular con seguridad.
En la provincia de Soria se esperan hasta 20 centímetros de nieve
Cadenas metálicas. Son las más comunes y nos garantizan la seguridad sobre nieve o hielo y mantienen una buena relación calidad precio. Sin embargo, solo debemos utilizarlas cuando realmente haya mucha nieve, ya que de lo contrario pueden deteriorar los neumáticos.
Cadenas líquidas. No son realmente cadenas, sino que son un espray para la banda de rodadura del neumático que aumenta su adherencia en un momento puntual. Es una buena solución para sacarnos de un apuro repentino en invierno, pero no nos servirá en una carretera donde el uso de cadenas sea obligatorio.
Cadenas de tela. Esta es una de las opciones que más adeptos está ganando con el tiempo, ya que se montan de manera muy sencilla y permiten una conducción más suave. Sin embargo, tienen menos vida útil que las de metal.
Cadenas compuestas. También llamadas híbridas, son un tipo de cadena menos conocida. Se parecen a las de tela, aunque también incluyen acero, lo que incrementa la resistencia de los neumáticos frente a otros tipos de cadenas para la nieve. Esto también las hace más complicadas de instalar.
Cadenas semiautomáticas. Conocidas como cadenas Spikes Spider o cadenas compactas, son un tipo de cadenas rígidas, que están formadas por una parte fija instalada en la llanta, y otra móvil que se monta según la cantidad de nieve.
Cómo colocar las cadenas de tu coche si hay nieve
Para aquellas personas que nunca han puesto unas cadenas y se encuentran en la necesidad siguiendo los siguientes pasos puede resultar más sencillo: Estos son los pasos que indican desde la DGT:
Desabrocha el aro rígido de las cadenas
Asegúrate de que no están enredadas
Introduce un extremo por detrás de la rueda
Coge los dos extremos y comprueba que la cadena no ha quedado aprisionada por la rueda
Cierra el aro interior por encima de la rueda
Asegúrate de que queda centrado por detrás del neumático
Cierra el anillo exterior
Centra el conjunto de la cadena sobre la zona de rozadura y los flancos del neumático
Aprieta bien el tensor
Engancha el sobrante de la cadena para que no quede colgando