Con el final de cada año según el calendario gregoriano y el comienzo del siguiente, llega también una serie de rituales para atraer la suerte en el periodo de tiempo que se avecina, además de plantearnos los propósitos de año nuevo. En España, sin ir más lejos tenemos un montón de estas costumbres, como por ejemplo de llevar una prenda roja, meter un anillo en el champán con el que se va a brindar o comer las 12 uvas al mismo tiempo que suenan las campanadas. Sin embargo cada cultura y cada territorio tiene sus propias costumbres y supersticiones sobre las cosas que hacer y que no hacer el primer día del año y la noche antes.
Y es que el Año Nuevo, es una ocasión que se celebra en todo el mundo, está repleto de costumbres y supersticiones únicas. A continuación, se presenta una recopilación de diversas tradiciones y creencias relacionadas con la celebración de Año Nuevo.
Ya hemos citado más arriba algunas de las supersticiones y costumbres de fin de año en España, pero hay muchas más. Podemos empezar por dejar las puertas y ventanas abiertas para recibir el año, dar el primer paso tras las campanadas con el pie derecho, bailar alrededor del árbol de Navidad, sentarnos y levantarnos con cada campanada, encender una vela (de un color distinto en función del propósito que tengamos), encender todas las luces de la casa, dar tres saltos, llenar un cubo con agua antes de fin de año para que absorba las malas vibraciones, escribir nuestros deseos de Año Nuevo y quemarlos después…
A nivel mundial se acostumbra a celebrar la llegada del nuevo año con mucho ruido y espectáculos de luz, que pueden ir desde fuegos artificiales hasta disparos al aire y campanas de iglesia sonando como si las fueran a prohibir. Sin embargo, hay territorios con costumbres específicas que resultan de lo más curiosas:
Con toda esta variedad es fácil ver la diversidad y riqueza de las costumbres de Año Nuevo en todo el mundo. Desde comer uvas en España hasta quemar efigies en Ecuador, cada tradición refleja las creencias y esperanzas de las personas para el año que comienza.
La práctica totalidad de occidente sigue el calendario gregoriano, por lo que para la amplia mayoría de personas cada año acaba el 31 de diciembre, y el siguiente comienza el 1 de enero. Sin embargo antes de la época lo habitual era celebrar el Año Nuevo el 25 de marzo. Por supuesto el cristianismo cambió esto.
Otro fin de año es el marcado por el calendario lunar, que es diferente cada año. El inicio del nuevo año lo marca la primera luna nueva del calendario lunar, y esta es la celebración más habitual en Asia Oriental (y no solo en China, como creíamos muchos). En 2023 este día fue el 22 de enero, y en 2024 será el próximo 10 de febrero.
En el calendario iraní o persa el año nuevo sería el día del equinoccio de primavera, y se denomina Nowruz, que significa ‘nuevo día’ en farsi. Por tanto sería el 20 de marzo cuando se celebraría esta festividad. De la misma manera en Tailandia la fiesta de Año Nuevo se celebra el 13 de abril y se denomina Songkran, y en ella el agua es un elemento central de la celebración.
El calendario islámico, por su parte, que es un calendario lunar en el que los meses comienzan cuando se ve la primera luna creciente, también celebra su propio Año Nuevo, que cambia de fecha a lo largo de los años solares. Muharram sería ese primer mes y es uno de los meses sagrados del Corán. En 2024 llegará el 8 de julio, y es un periodo de recuerdo, autorreflexión y gratitud.
En Etiopía celebran el Enkutatash el 1 de septiembre y se cree que esta celebración se remonta más de 3000 años en el pasado. Finalmente estaría el Rosh Hashanah judío, que se celebra el primer y segundo días del Año Nuevo judío, que en 2024 se celebrará del 2 al 4 de octubre.