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La jueza del caso Esther López ha pedido a los forenses que aclaren el origen de tres lesiones que presentaba el cuerpo de la joven y que no casan con un atropello. La instructora también quiere saber cuándo exactamente ocurrieron.
Los investigadores del Equipo de Reconstrucción de Accidentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ERAT) señalan tres lesiones en el cuerpo de Esther López, hallada muerta en Traspinedo en febrero de 2022, que no concuerdan con las propias de un accidente de tráfico o atropello, ni con el modelo de coche del sospechoso, según informa el diario El Norte de Castilla.
Se trata de un golpe en un ojo, unas marcas en el cuello y unas terceras en forma de puntos, con un patrón muy singular, en las manos.
El informe final de la Guardia Civil apunta a que estas heridas responden a una agresión previa, que sería el móvil del crimen de Traspinedo.
La herida en el ojo es “un hematoma en el párpado superior derecho ligeramente desgarrado, con equimosis en la piel de dicho párpado. El globo ocular está opacificado y hundido”, según el informe en manos del juzgado de instrucción, que cita el mencionado diario.
La autopsia describe una lesión en el cuello “a nivel de la región lateral e inferior del cuello”, donde se aprecia una «equimosis longitudinal de unos cinco centímetros que llega hasta la zona lateral izquierda de la cara, donde hay pérdida de sustancia”.
La tercera lesión sobre la que tiene dudas la jueza está en la mano. Son “unas lesiones redondeadas superficiales, en número de nueve, que remedan un dibujo en forma de cubo en grupo de tres y de tamaño, unos tres milímetros. En el borde cubital de la base del quinto dedo se aprecia otra pequeña lesión de las mismas características. Se aprecian equimosis en dorso de la mano y muñeca”, según el informe forense.
Los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil señalan en su informe las conclusiones del equipo de Balística que sostienen que las lesiones en la mano tienen “un mismo patrón repetitivo, agrupadas y dispuestas en línea recta, en número de tres» y que “habrían sido producidas por un objeto o herramienta de características similares a un tenedor”.
La jueza ha pedido a los forenses del Instituto de Medicina Legal de Valladolid que aclaren el origen de estas lesiones y si es posible que fueran producidas en vida.
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