La Policía brasileña afirmó este viernes que el asesinato del chef español David Peregrina Capó y de su mujer Érica da Silva Santos, muertos a tiros el 23 de noviembre, fue cometido por venganza de un antiguo empleado.
El comisario titular del Distrito Territorial de Porto Seguro, en el estado de Bahía, Euler da Silva, dijo a EFE que la motivación del crimen cometido en el restaurante que la pareja regentaba fue por "una deuda" contraída con un exmayordomo.
El sospechoso, identificado como Eliandro Lourenço de Menezes, de 46 años, se encuentra en paradero desconocido y la Policía emitió una orden de captura en su contra.
Un hijo del sospechoso, también investigado y cuyo nombre no fue divulgado, se entregó a las autoridades en la comisaría de Porto Seguro.
Según las investigaciones, De Menezes supuestamente asesinó al chef español y a su esposa después de que la pareja se negara a entregar la propiedad de parte del islote donde está el restaurante, algo que supuestamente le habían prometido como pago por sus servicios.
El jefe policial detalló que Peregrina decidió no traspasar el terreno después de descubrir que De Menezes, sobre el que ya pesaba una orden de captura por narcotráfico, usaba el lugar para esconder drogas que eran comercializadas en la región.
Por ese motivo, según el comisario, se sospecha que otras personas también están implicadas en el doble asesinato.
Da Silva indicó que la situación migratoria del chef en Brasil estaba "completamente regularizada" y dijo desconocer los problemas legales que tuvo previamente en España.
El restaurante Ilha dos Ribeirinhos funcionaba en un islote ubicado en el río Buranhém, en una zona selvática a la que solo se puede acceder por vía fluvial.
El lugar está ubicado cerca de Porto Seguro, una localidad turística en el sur del estado de Bahía, en la costa noreste del país.
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