La víctima del secuestro de Miranda del Ebro, en Burgo, ha acudido a declarar al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 del municipio. Tras declarar ante el juez, la mujer que fue encadenada y golpeada el pasado lunes en esta localidad burgalesa ha concedido unas palabras a los medios de comunicación congregados en el juzgado.
En un primer momento, la mujer ha confesado que siente una gran presión tras el secuestro. "Quiero que lo castiguen, que hagan justicia porque lo que ha hecho ese hombre conmigo no tiene perdón de Dios. Él tiene hijas, que se imagine que se lo hacen a sus hijas, que la metan en un coche y que le hagan eso", apuntaba la víctima ante las cámaras. Pese al calvario y la pesadilla que ha sufrido, la mujer ha asegurado que no siente miedo, sino rabia: "Tengo mucho odio dentro de mi cuerpo, estoy muy mal".
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) ha dictado una providencia acordando la práctica de la diligencia interesada, así como la declaración de un testigo. Todo esto, después de que el mismo juzgado acordara la libertad provisional del detenido el lunes por golpear y encadenar en su domicilio a la mujer, aunque con la obligación de comparecer cuantas veces sea requerido, bajo el apercibimiento de modificar su situación personal y determinar su ingreso en prisión provisional en caso de no concurrir al llamamiento judicial.
El hombre está siendo investigado por detención ilegal, sin perjuicio de que la calificación pueda variar conforme avance la investigación.
Por la fecha en que ocurrieron los hechos investigados, el Juzgado nº 2 de Miranda se inhibirá al Juzgado nº 1, que se encargará de realizar la instrucción, llevar a cabo las diligencias oportunas para esclarecer lo ocurrido, tomar declaración al investigado y a la mujer, y adoptar en su caso posibles medidas cautelares.
Las primeras manifestaciones de la víctima apuntaban a la autoría por parte de un hombre que se habría ofrecido a realizarle el favor de acercarle desde el Hospital, donde la mujer se encontraba al cuidado de una amiga, hasta el centro de la localidad de Miranda en su vehículo. Una vez que se hubo ganado la confianza de la víctima y con la excusa de recoger unos efectos de su domicilio, la víctima accedió a acompañarle al interior de la vivienda. En este momento, comenzó a golpear en la cara a la víctima que perdió la consciencia.
Tras recuperar el sentido, la víctima se encontró con una cuerda a la altura del cuello y al presunto autor de los hechos tratando de asfixiarla, mientras proseguía con los golpeas en la cara y los insultos. Para impedir cualquier defensa por parte la víctima, el detenido añadió al primer amarre una cadena con la que ataba las manos de un extremo y el cuello del otro.
Según las manifestaciones de la víctima a los agentes, en un momento en el que quedó sin la vigilancia del agresor aprovechó para huir de la casa. Se refugió primero en la casa de unos familiares que le acercaron hasta el Hospital de Miranda de Ebro desde donde se alertó a los servicios policiales y procedieron a su atención médica.
Hay que recordar que agentes de la Comisaría de Policía Nacional de Miranda de Ebro le detuvieron después de que desde el Hospital Santiago Apóstol de Miranda de Ebro se alertara de que en el centro hospitalario se había personado una mujer de mediana edad, la cual presentaba lesiones en la cara y se encontraba maniatada con una cadena de manos a cuello.
Ahora, la Unidad de Familiar y Mujer de la Comisaría de Policía Nacional de Miranda, grupo encargado de la investigación de delitos relacionados con el maltrato sobre la mujer y delitos de naturaleza sexual, se ha hecho cargo de la investigación.
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