El dueño de la jauría de perros que acabaron con la vida de Arancha Carcero, una joven de 27 años, cuando paseaba por un camino en la localidad zamorana de Roales del Pan se encuentra “destrozado, muy mal”. Se le investiga por un supuesto delito de homicidio imprudente.
"Mi cliente no se explica cómo pudo ocurrir esta fatalidad”, ha asegurado su abogado Javier Iván Prada Moral en declaraciones a 'La Opinión - El Correo de Zamora'. Asimismo, ha subrayado que el pastor ha estado “desde el primer momento a disposición de la autoridad policial y ha ayudado en todo lo que se le ha requerido" y lo “estará” para la autoridad judicial con el fin “conseguir el esclarecimiento de los hechos”. De hecho, según informa el mismo medio, fue él quien ayudó a localizar a los cinco perros, que entregó junto a dos cachorros de apenas un mes.
El hombre, residente en el pueblo vecino de La Hiniesta, está en libertad, pero como investigado por un supuesto delito de homicidio imprudente. El caso, cuya investigación dirige el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4, está bajo secreto de investigación judicial.
Sobre, otros supuestos ataques de estos perros a viandantes y ciclistas que pasaban por la zona, la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, aseguró el miércoles 25 de octubre que “no consta ninguna denuncia ni ninguna actuación sobre estos animales”.
Ahora bien, en 2016 sí que se produjeron dos denuncias relacionadas con este propietario "que correspondían a otros animales diferentes, pero que eran también perros que protegían el ganado".
Fue el 23 de octubre cuando la joven Arancha Carcero, que caminaba a 50 metros del cercado eléctrico en el que estaban los animales, fue atacada mortalmente por la jauría de perros. La joven estaba hablando con su madre por teléfono cuando se vio sorprendida por los animales. “¡Me atacan unos perros!”, fue lo último que alcanzó a decir.
Dos días después, familiares, amigos y vecinos le dieron el último adiós en su localidad natal, Roales del Pan.