Este miércoles ha tenido lugar el funeral de Arancha Corcero, la joven enfermera de 27 años que murió el pasado lunes tras ser atacada por siete perros pastores. Familiares, amigos y vecinos han querido darle el último adiós en su localidad natal, Roales del Pan (Zamora).
La ceremonia fúnebre, antes del entierro, se ha celebrado en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Los seres queridos de la fallecida han estado arropados por centenares de personas, quienes han mantenido un estricto silencio en señal de luto.
La iglesia en la que se ha celebrado la misa en memoria de Arancha:
Durante el funeral de Arancha se han vivido momentos de desconsuelo y dolor. Los vecinos se han roto entre lágrimas. Y es que su familia ha perdido esa luz que, como han apuntado, desprendía la joven. Una persona amable y comprometida con su trabajo. Hija, amiga, vecina y ejemplo para muchos.
En el sepelio, sus seres queridos la han despedido como merecía. Un último adiós que deja un gran vacío en Roales del Pan. Ahora, las banderas del pueblo ondean a media asta. Son muchos los que siguen con incredulidad ante su muerte.
Arancha murió el lunes, según la autopsia, tras sufrir heridas graves a causa de "múltiples mordeduras" en un camino de concentración situado entre Roales y La Hiniesta. La joven iba paseando cuando el grupo de perros -conformado por mastines y una carea leonesa- acabaron con su vida.
Los hechos ocurrieron a unos 50 metros del cercado eléctrico que delimitaba la zona de pastoreo del rebaño del ganadero que ahora está siendo investigado por homicidio imprudente. Cabe destacar que los animales ya habían dado problemas a otros vecinos.