Arancha murió de al menos 100 mordicos que le dio la jauría de perros que le atacó mientras paseaba cerca en Roales del Pan, Zamora, según la autopsia. La Guardia Civil, que aún busca a uno de los animales, maneja tres hipótesis para que los perros, que no son potencialmente peligrosos, actuaran de forma tan violenta.
Los agentes tratan de esclarecer si los perros que atacaron mortalmente a Arancha lo hicieron porque estaban hambrientos, una hipótesis que agravaría la acusación contra el dueño de los animales, un ganadero en libertad provisional. El segundo de los planteamientos es que los perros atacaran a la chica en defensa de un cachorro de un mes que podría estar con ellos. La mujer podría haberse acercado demasiado al cahorrillo. El tercero apunta a que los animales estaban nerviosos por la presencia de lobos en la zona.
En cualquiera de las tres hipótesis parece evidente que el ganadero actuó imprudentemente al no estar cerca de sus perros pastores, algo prohibido por ley. De momento, el hombre se ha negado a declarar y ha vuelto al trabajo en su finca. Está a la espera de que el juzgado lo vuelva a citar.
La autopsia ha relevado que la jauría de perros se cebó con la chica de 27 años. El Norte de Castilla revela que Arancha, que será enterrada este miércoles 25 de octubre en Roales del Pan, Zamora, recibió al menos 100 mordeduras.
El Seprona aún busca a uno de los cinco perros que atacaron a la mujer, a unos 50 metros del cercado para pastar del rebaño. El animal huido es carea leonés de seis meses que, según medios locales, no tenía chip, cartilla, ni vacuna.