La cámara de una gasolinera grabó el momento de la muerte de Álvaro Prieto

La autopsia confirma que Álvaro murió electrocutado el mismo día de su desaparición. Y la cámara de una gasolinera cercana al puente de Carmona grabó el momento de la muerte del joven. La policía asegura que solicitó las imágenes el viernes pero que no le fueron entregadas hasta el domingo. En cualquier caso no parece que hubieran sido visionadas el lunes antes de que una cámara de televisión grabara el cuerpo encajonado entre dos vagones.

Según fuentes de la investigación, en la imagen se ve a Álvaro andando por el techo del vagón y cómo cae fulminado, sale despedido hasta en el hueco entre los dos vagones. Se queda encajado en la parte superior encima del fuelle que los une. El movimiento del tren el lunes para unas maniobras pudo hacer que se deslizara el cuerpo hacia abajo. Eso explicaría donde fue encontrado y las dificultades que esgrimían los técnicos de Adif que aseguraban que era imposible atravesar la membrana del fuelle porque está hecho de un material muy resistente formando una cámara estanca presurizada para el paso de los viajeros por dentro del tren. La teoría de que se deslizó el cuerpo con la holgura que adquiere el fuelle al ponerse en marcha el tren, explicaría el lugar del hallazgo.

Por qué no le vieron antes

La policía investiga si Álvaro habría intentado acceder por cuarta vez a las vías a través de ese puente de Carmona, a casi un kilómetro de la salida de los trenes. El acceso es posible y saltando sobre el techo del tren se explicaría que lograra entrar de nuevo en las vías. El problema es que la catenaria le quedaba por debajo de su cabeza, el mide 1, 80 y tenía que evitarla para que no le descargara los 3.500 voltios de la catenaria. Pero además no hacía falta que la tocar porque a medio metro sería atraído por el flujo de la corriente. Eso explicaría que cayera de pronto fulminado como ve en la imagen.

El Delegado del Gobierno en Andalucía ha insistido en declaraciones a la radio pública autonómica en que al quedar el cuerpo encajado entre los dos vagones, sobre el fuelle, no sería fácil verlo desde el puente de Carmona y eso explicaría que hubieran pasado tantos días sin percatarse. También ha explicado que aunque parezca inexplicable, al quedarse sin batería y perder el tren de las 7:20 am, le ofrecieron incluso un cargador y lo rechazó. Esos extremos de las veces que Álvaro intentó colarse en trenes o en las vías y si era perseguido por los vigilantes o no, o por qué no buscó soluciones más fáciles a la de colarse por los techos de un tren, están todavía en investigación.