Álvaro Prieto pudo sufrir una descarga eléctrica de 3.500 voltios. Su cadáver, hallado ayer por casualidad junto a un tren en Santa Justa, Sevilla, estaba carbonizado en parte. Una cámara de seguridad lo habría grabado subido al techo del tren.
El cadáver de Álvaro Prieto estaba junto a un tren, que según Renfe llevaba días inutilizado por una avería. Las primeras indagaciones apuntan a que el chico murió electrocutado por una descargar al tocar la catenaria de 3.500 voltios. De hecho una cámara de seguridad de una gasolinera lo grabó subido al techo del tren.
El chico de 18 años tenía las manos carbonizadas y estaba sin pelo, lesiones compatibles con la electrocución. La descarga de una catenaria es “más dañina que la alterna porque hace electrolisis en el cuerpo”.
"Nadie se electrocuta por tocar un tren si no es por la parte de arriba de un vagón”, señala los expertos a El Diario de Sevilla.
Los mismos expertos que descartan que se electrocutara con las baterías de la parte inferior del convoy porque estás “no carbonizan” y “ solo producen una pequeña descarga”.
La principal hipótesis es que el joven falleciera el mismo día de su desaparición, el 12 de octubre, ya que el cuerpo se encontraba en un avanzado de estado de descomposición tras cuatro días en paradero desconocido. No presenta signos de violencia ni de aplastamiento.
Los resultados de la autopsia serán claves para concluir cómo murió exactamente Álvaro Prieto.