La Policía Nacional de La Rioja ha procedido a la detención de una mujer de 38 años en Logroño que falsificó 178 recetas médicas, que procedían de sanitarios de la ciudad y de Pamplona y Soria. Con estas recetas obtuvo más de 10.000 pastillas de fentanilo, un peligroso opioide sintético, en siete farmacias en ciudades aledañas a la capital riojana.
La Jefatura Superior de Policía de La Rioja comunicó que un médico denunció en dependencias policiales que habían usado sus credenciales de forma indebida para adquirir el medicamento ACTIQ 200.
A partir de esta denuncia comenzaron las pesquisas que llevaron al arresto de la mujer por falsedad documental, al haber alterado la fecha de prescripción, el número de envases y las firmas de 178 recetas. También había sustraído estas recetas a los facultativos para falsificarlas totalmente.
ACTIQ 200 es el nombre comercial en España del fentanilo medicinal; una droga muy adictiva y que ha causado estragos en Estados Unidos y Canadá, por lo que ha de ser prescrito por un profesional para poder obtenerse en las farmacias de nuestro país (sólo un envase o caja por receta, aunque pueden dispensarse hasta tres recetas al día en intervalos de unos 20 días).
Las fuentes policiales señalan que es los sanitarios habitualmente dejan en blanco el casillero de las unidades, ya que se sobreentiende que se prescribe una única unidad. Aprovechando esta táctica, la mujer logró hacerse con un número excesivo de envases.
La detenida visitó a varios médicos para que le prescribieran estos medicamentos, y cuando le preguntaban el motivo de su visita, ella ponía como excusa que su médico estaba de vacaciones o de baja por enfermedad. Ninguno de los médicos tenía ningún problema en recetarle la medicación porque había presentado un informe médico en el que constaba que padecía varias dolencias. En total, catorce médicos en Pamplona, Logroño y Soria le han dispensado recetas de este medicamento.
El análisis de todas las recetas y de la información mostró que la mujer había comprado más de 10.000 comprimidos de ACTIQ 200, lo que demuestra que no estaban destinados a la venta, sino al consumo. Esta mujer puede haber consumido una media de 10 comprimidos al día.