En los últimos días, Francia ha sufrido una plaga de chinches que mantiene alertados a los ciudadanos parisinos. Cientos de miles de ejemplares de chinches de cama se encuentran proliferando en viviendas, parques y hasta en transporte público. No solo Francia ha observado el aumento de estos insectos. En la localidad vasca de Barakaldo, los vecinos también están sufriendo una plaga de chinches. En este caso, los ejemplares son las llamadas chinches apestosas que son inofensivas, no pican pero sí emiten un desagradable olor cuando se sienten amenazadas.
Una de las consecuencias de esta proliferación es el calor. Además, también tiene mucho que ver la globalización que ha provocado que la presencia de chinches en hoteles y albergues haya crecido en torno a un 10% en los últimos años, según la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (Anecpla), que recuerda la importancia de la gestión profesional para erradicar con el problema.
El incremento del comercio mundial, del transporte de mercancías y del turismo son las causas principales de que una plaga como la de las chinches, erradicada hace medio siglo, haya regresado a países desarrollados para convertirse en una preocupación del sector hotelero. No obstante, existen diferentes medidas preventivas que se pueden llevar a cabo para evitar la proliferación de las chinches.
Los profesionales recomiendan que, para ser eliminada de forma adecuada, se requiere de una gestión y un control profesional que, dada la rápida proliferación de la especie, no es tarea sencilla.
En este sentido, los profesionales alertan que una recomendación importante es evitar emplear insecticidas domésticos, que al basar su actividad en el repelente generan el efecto contrario al pretendido extendiendo la plaga a espacios cercanos y zonas colindantes.
Por ello, es muy importante que los encargados de abordar el problema sean servicios profesionales con los conocimientos específicos necesarios y que realizarán una aproximación más basada en la biología y el hábitat a la especie.