Lavar la ropa nueva antes de usarla: ¿sí o no?

Imagina que estás de paseo, o navegando en internet, y ves una prenda de ropa que cautiva tu atención. Tras una rápida evaluación de costes decides comprarla, y te la llevas a casa. En el camino a tu hogar vas pensando cuándo y por qué razones podrías querer estrenarla, y llegas a la conclusión de que la cita que tienes con tus amig@s esa misma noche es el momento perfecto para presumir de tu compra. Un plan redondo pensarían algunos, mientras que otros, los más precavidos, se estarían planteando si es idóneo ponerse una prenda nada más comprarla

Según los expertos quizás deberías pensarte dos veces ponerte las prendas recién compradas sin antes lavarlas, aunque al final la decisión depende únicamente de ti, y de las ganas que tengas de estrenar modelito.

Una de las razones que explican esto es por el hecho de que las prendas que vienen directamente de la fábrica están tratadas con distintos productos químicos. Eso sí, incluirán pequeñas cantidades de estos, y no serán venenosos por ponértelos, pero siempre conviene exponerse lo mínimo a este tipo de compuestos. Por ejemplo, estas prendas suelen estar impregnadas de retardantes de la combustión, además de posibles tintes restantes que podrían adherirse a nuestra piel. 

En el caso de los tintes, puede ocurrir no se hayan adherido completamente a las fibras de las prendas, por lo que podrían migrar a la piel, causando irritación o dermatitis. Lavar estas prendas antes de ponérnoslas ayuda a reducir la concentración de estos tintes, haciendo que sea menos probable que estos problemas vayan a aparecer

Además, hay ciertas prendas que tienden a tener resina del formaldehido, que es un carcinógeno conocido. Hablamos del algodón, el lino, los uniformes y las prendas diseñadas para no producir arrugas. En estos casos es especialmente recomendable lavarlas antes de usarlas, sobre todo si las vamos a llevar durante periodos prolongados de tiempo. 

¿Importa dónde compres la ropa?

Cabe preguntarse si comprar de manera física en tiendas locales supone una diferencia respecto a las múltiples tiendas online que podemos encontrar a tiro de móvil en estos días. Aunque los expertos parecen no estar completamente seguros de si hay diferencias, todo parece indicar que las tiendas físicas son más ‘saludables’ en este caso

Por un lado afirman que las prendas en tiendas físicas parecen acumular menos trazas de tintes y otros compuestos, posiblemente debido al proceso de manipulación durante el fabricado y envío. Sin embargo, a su vez, también es cierto que las prendas en una exposición de una tienda física tienen más posibilidades de acumular polvo y otros contaminantes durante el tiempo que están a la vista. Este riesgo, por supuesto, se multiplica en el caso de las prendas de segunda mano, al añadir a la mezcla alérgenos del ambiente, residuos de fragancias utilizadas por anteriores dueños, etc.…

Conclusión: lavar siempre la ropa antes de usarla

La conclusión clara a la que podemos llegar con todo esto es que siempre es recomendable lavar la ropa tras comprarla, y antes de usarla. Además hay que tener en cuenta que hacer eso posiblemente no elimine todas las partículas potencialmente peligrosas, aunque siempre ayuda. Hay tejidos como el poliéster que son menos proclives a retener los tintes, lo que hace que los liberen con facilidad y puedan causar una reacción alérgica en nuestra piel. 

En cualquier caso las reacciones a los compuestos en las prendas nuevas no son habituales, y en muchas ocasiones dependen de nuestro propio organismo, que reaccione de forma violenta a estos con una pequeña alergia. Si es tu caso, quizás deberías realizarte una prueba de alérgenos para evitar que esta incómoda situación se repita en el futuro.