Los cuerpos de los 13 fallecidos en el incendio originado el pasado domingo en la discoteca de Murcia, en la zona de ocio de Atalayas, ya han sido identificados, según han informado fuentes de Policía Nacional.
En concreto, seis de los cadáveres han sido identificados mediante huellas dactilares y el resto --siete-- por la obtención de perfiles genéticos (ADN), a cargo de la Policía Científica.
Cabe recordar que el juzgado de Instrucción número 3 de Murcia asumió este martes las diligencias abiertas por 13 delitos de homicidio imprudente en el incendio y que mantiene la investigación bajo secreto de sumario.
Una vez concluida esta tarea, se espera que los familiares de estas trece personas, de nacionalidades nicaragüense, colombiana y ecuatoriana, puedan recibir los restos de sus seres queridos en las próximas horas, ya que las autopsias se habían realizado ya.
Además, el Gobierno de Murcia ha iniciado las gestiones para que lleguen a España desde Marsella (Francia), Ecuador y Nicaragua cinco familiares de víctimas del incendio que destruyó la madrugada del domingo tres discotecas de la zona Atalayas de la capital murciana.
Fuentes del Ejecutivo de Fernando López Miras han informado a EFE de que, junto a la gestión de estos traslados internacionales, se asumirá el coste de los gastos relacionados con la reagrupación, además de coordinar las necesidades asistenciales que surjan en todos los casos, en coordinación con los ayuntamientos de la ciudad de Murcia y de Caravaca de la Cruz, donde residían, en el último caso, dos matrimonios de origen ecuatoriano y colombiano.
Seis agentes de la Policía Científica han retomado este miércoles la recogida de muestras en el interior de los locales siniestrados, en tanto que ayer inspeccionaron las fachadas y los tejados con la toma de fotografías y vídeos con la ayuda de drones.
Aunque aún es pronto para determinar el origen del fuego, las primeras hipótesis apuntan a que el fuego comenzó alrededor de las seis de la mañana en la discoteca La Fonda Milagros, en cuya primera planta los bomberos hallaron 13 cadáveres en unos 20 metros cuadrados.
Hasta el momento no se ha determinado la hora exacta de inicio del fuego, solo se sabe que el Centro de Coordinación de Emergencias recibió las primeras llamadas al 112 a las seis de la mañana.
En paralelo a la investigación de los agentes especialistas en incendios -un equipo de la Comisaría General de Policía Científica se trasladó el lunes desde Madrid-, los efectivos de Policía Judicial siguen tomando declaración a familiares y clientes ese día con la previsión de disponer en los próximos días de varias decenas de testimonios.
Para los agentes, es fundamental saber "cómo transcurrió el resto de la noche porque toda información que aporten puede ser relevante ara la investigación".
Un portavoz policial informó a EFE de que quince testigos de la tragedia ya han acudido a la comisaría. El objetivo es tratar de esclarecer el momento exacto entre las 5 y las 6 de la mañana en que pudo originarse el fuego.
Entre los quince testigos que ya han declarado, una pareja ha señalado a los policías que el fuego "venía de la zona trasera al espacio que ocupan los DJ", junto a la pared que comunica la discoteca Teatre con la Fonda Milagros.
Varios testimonios coinciden en asegurar que vieron salir llamas de los conductos del aire acondicionado.
Una de los testigos de la sala Teatre, María Belén S., advirtió de la incomodidad que le hizo sentir durante toda la noche el "intenso frío" que desprendía el aire acondicionado de la sala hasta alrededor de las cinco de la mañana, cuando faltaba una hora escasa para que se originara el fuego, momento en el cual comenzó a notar un intenso calor y decidió volver a casa.
A la espera de concluir las diligencias abiertas por el juzgado de instrucción número 3 de Murcia, el fiscal superior de la región, José Luis Díaz Manzanera, ha apuntado que si el proceso judicial determina que las 13 muertes se produjeron por una imprudencia grave, los responsables de esos homicidios podrían enfrentarse a penas de hasta 9 años de prisión.
De cualquier forma, Díaz Manzanera ha insistido en que lo que determinará las posibles penas no es el resultado de la imprudencia, sino "la conducta inicial", por lo que ha insistido en la necesidad de esperar a los informes policiales y periciales.
Además, será fundamental averiguar si el incendio fue causado por una negligencia relacionada con los propios locales, o bien por la actuación inadecuada de alguna persona en particular que pudiera causar el fuego.
En cuanto a las responsabilidades civiles, ha señalado que es crucial conocer si las salas afectadas contaban con seguros, con lo que las víctimas podrían recibir una indemnización si se determina la responsabilidad en el suceso de los propios locales.