El local de Murcia donde se produjo la tragedia en la que murieron 13 personas, se dividió en dos discotecas y tenía un único dueño, al que se ha visto hoy por primera vez.
La empresa que dirige Juan Inglés Rojo pidió en 2019 al Ayuntamiento dividir el espacio que ocupaba Teatre en dos para así crear una nueva discoteca, La Fonda Milagros. Sin embargo, el Ayuntamiento no concedió ese permiso y, de hecho, canceló su licencia a comienzos de 2022, fecha desde la cual las discotecas han operado sin licencia, dado que el consistorio negó la petición de una nueva licencia en marzo de ese mismo año, según el Confidencial.
Juan Inglés era el propietario de otro negocio, la discoteca Flamingoville, en San Pedro del Pinatar que también ardió, sin víctimas, en 2019 y que fue multado en varias ocasiones por carecer de algunas de las licencias necesarias.
El Fiscal Superior de Justicia de la Región, José Luis Díaz Manzanera, ha afirmado que las penas para quienes la justicia considere responsables del incendio originado el pasado domingo en la zona de ocio de Atalayas, en Murcia, pueden alcanzar los 9 años de prisión si el caso se desarrolla por la vía penal.
"Aumentando las penas en grado, en función de la extrema gravedad y añadiendo otro aspecto, que es que afecte a un número importante de personas, se puede llegar incluso hasta los 9 años de prisión".
Según el fiscal, las diligencias van a extenderse en el tiempo porque se trata de un hecho "de una gran gravedad", que conllevará la práctica de "numerosas diligencias", empezando por la inspección ocular y de recogida de vestigios para la elaboración de los informes policial y pericial.