Detenido un cura de Canillas del Aceituno, Málaga, por violar una orden de alejamiento de su supuesta pareja

Un sacerdote de un pueblo de Málaga ha sido arrestado por la Guardia Civil tras violar la orden de alejamiento impuesta contra él por el acoso a una mujer con la que convivía, según la denuncia interpuesta por la víctima. La detención de este sacerdote se ha dado a conocer tiempo después de que la Policía Nacional procediera al arresto de otro cura en Málaga que presuntamente agredió a varias mujeres a las que sedaba y grababa.

Fuentes próximas a la investigación confirmaron a las agencias EFE y Europa Press que el sospechoso se trata de Roberto José B., un párroco de origen venezolano que ejercía en los pueblos malagueños de Canillas de Aceituno, Sedella y Salares, y quien había sido investigado por un delito de coacciones contra una mujer. La denunciante, que responde a las iniciales de J.M., también es de nacionalidad venezolana.

El acusado tenía varias denuncias de la víctima

La víctima interpuso una denuncia ante la Policía de Torremolinos (Málaga) y otra en octubre de 2022 en la comisaría de Ciudad Lineal, en Madrid. Alegó que residía con el sacerdote y que debido a "desavenencias", decidió mudarse a esta ciudad. En ese momento, el cura comenzó a acosarla con llamadas de teléfono, mensajes y correos electrónicos, pidiéndole que volviera a Málaga. A raíz de esto, un juez decretó una orden de alejamiento tras las diligencias pertinentes.

El arrestó se efectuó por parte de la Guardia Civil al denunciar la víctima un incidente cuando conducía en la A-7, a la altura de un centro comercial de Rincón de la Victoria (Málaga), en el que el acusado la rebasó a la altura del kilómetro 978 y procedió a reírse de ella.

Posteriormente se puso delante del vehículo de la denunciante, redujo la velocidad y ella pudo acelerar para adelantarle. Pero él volvió a acelerar, se colocó delante de ella y le dio las luces largas a menos de dos metros durante un tiempo.

Ya pesaba la orden de alejamiento sobre el individuo en el momento del incidente, según detallan las fuentes cercanas a la investigación. Tenía prohibido aproximarse a menos de 300 metros de la residencia de la víctima o de cualquier otro lugar al que ella acudiera frecuentemente.