La Policía Nacional detenía este lunes al sacerdote Francisco Javier, acusado de agredir sexualmente a varias mujeres a las que sedaba y grababa. El detenido, de 33 años, era fraile desde los 18 años y estaba destinado en los últimos meses en la localidad de la Sierra de las Nieves, Málaga.
Al sacerdote detenido en Vélez-Málaga se le atribuyen cuatro agresiones sexuales y cinco delitos contra la intimidad, era natural de este municipio. Fue la madre del sacerdote, monja, la que le introdujo en el camino de la fe. Los investigadores siguen las pistas que indican que el sacerdote pudo grabar vídeos incluso antes de ser cura. Y fue una novia suya de Málaga -lo que demuestra su doble vida- la que le denunció al ver los vídeos.
La historia no deja de ser rocambolesca. El párroco acusado de agresiones sexuales narraba hace unos años su vocación religiosa en una entrevista a La Opinión de Málaga: "Mi madre me enseñó la fe desde que era chiquitillo. No sé si esta vocación viene en los genes, aunque soy hijo de Paqui, una de las monjas clarisas que durante años hubo en Vélez Málaga. Lo que sí tengo claro es que, desde que naces, Dios tiene un proyecto para ti".
Francisco Javier hablaba también en esa entrevista sobre los casos de pederastia en la iglesia: "Son una vergüenza. Es importante que la Iglesia haya tomado la decisión de ponerlos en manos de la Justicia. Con la premisa de que esas personas no deben ser juzgadas de forma pública, esperemos que puedan ser juzgadas por la justicia y a continuación que la Iglesia tome una decisión. Esta forma de actuar es la que ya venía del antecesor del Papa Francisco y es necesaria. No puedes revindicar hacia fuera lo que no haces de puertas adentro. Atajar los problemas es algo muy importante para la Iglesia de hoy".
Hasta el momento han sido identificadas cinco mujeres, pero los investigadores no descartan la aparición de nuevas víctimas. Las mujeres, pertenecientes a su círculo de amistades, fueron agredidas en diferentes años y localidades y no eran conscientes de haber sufrido ningún delito sexual, han informado desde la Comisaría provincial. Al detenido, que ha ingresado en prisión, se le atribuye cuatro agresiones sexuales y cinco delitos contra la intimidad.
La investigación se inició el pasado mes de agosto. Fue su novia la que denunció en la Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM) de Melilla que había localizado en el domicilio que compartía con su pareja sentimental un disco duro que contenía fotografías y vídeos donde aparecían varias mujeres semidesnudas, dormidas o bajo los efectos de algún sedante y a las que un hombre les realizaba todo tipo de prácticas sexuales.
Ante la posibilidad de que tales actos sexuales no fueran consentidos, la denunciante realizó una copia del disco y acudió a comisaría para ponerlo en conocimiento de los agentes, han indicado desde la Policía Nacional en un comunicado. A partir de aquí se inició una investigación en colaboración con investigadores de la UFAM central.
Tras el análisis exhaustivo del material gráfico, los investigadores observaron que en algunos de los vídeos aparecía el detenido realizando prácticas sexuales sobre diferentes mujeres en estado de inconsciencia, prácticas que además grababa. Los agentes lograron identificar a cinco víctimas que manifestaron desconocer la existencia de las grabaciones y que no eran conscientes de haber sido víctimas de ningún delito de naturaleza sexual.