La Guardia Civil de Cantabria investiga un chat de menores en un colegio en el que se han intercambiado imágenes de contenido sexual y agresivo. A esta investigación, se ha sumado otra paralela por amenazas a una niña que pidió que se dejaran de compartir dichas imágenes.
Fue una madre de un adolescente de 14 años quien descubrió al revisar el móvil de su hijo que había varios grupos de WhatsApp donde se habían difundido fotos y vídeos de pornografía infantil y violencia extrema.
Este chico, según informa El Diario Montañés, estaba siendo acosado por compañeros de clase del colegio San José con insultos de índole sexual y con intención de menoscabar su autoestima. Presuntamente, los mismos acosadores y distribuidores del contenido porno y violento habían incluido a este chico en otro chat, sin su consentimiento, en el que había adultos que le habrían hecho insinuaciones sexuales.
Paralelamente se ha puesto una segunda denuncia contra un joven por amenazar a una compañera que pidió parar la difusión de los contenidos pornográficos y violentos. Originariamente este chat se hizo para intercambiar información sobre las prácticas de 4º de la ESO del colegio San José. Las amenazas que se las hizo llegar 'por privado' a una amiga decía: “El año es muy largo”.
Los padres de esta comunidad educativa de Cantabria están preocupados por el contenido tremendamente violento que circula en los móviles de niños de entre 14 y 15 años. En la denuncia presentada a primeros de mes por un padre describe los vídeos como “pornografía infantil, zoofilia y violencia extrema”.
Desde el AMPA del centro se denuncia que no se han tomado las medidas oportunas, sin embargo, la dirección sostiene que, solo había tenido constancia de una de las denuncias y que estaba esperando las directrices de Educación para iniciar el procedimiento.
Por la vía judicial, la Fiscalía de Menores debe hacerse cargo de la investigación, una vez sea notificada por la Guardia Civil que ha recibido las dos denuncias.