Ignacio Allende Fernández, más conocido como Torbe, ha aceptado una petición de pena de dos años de prisión y compensar con 65.000 euros a una joven por grabar y distribuir vídeos de contenido sexual, que se hicieron virales en las redes sociales y en los que la protagonista era una menor de edad. Si entrará o no en prisión por ello es algo que se dirimirá después de que se dicte sentencia.
A pesar de que la Fiscalía Provincial pedía en un primer momento para él siete años y siete meses de prisión, finalmente se ha llegado a un acuerdo entre las partes que ha sido anunciado en la vista celebrada hoy en el Juzgado de lo Penal número 27 de Madrid.
Además, Torbe no podrá acercarse ni ponerse en contacto con la joven durante los próximos cuatro años y se decretará la prohibición de trabajar con menores de edad durante los próximos seis años a partir de que se dicte sentencia, pues finalmente se llegará a juicio por una tercera persona implicada en los hechos.
A pesar de que, según la Fiscalía, Torbe aseguraba que no sabía que la joven aún no tenía los 18 años cuando accedió a grabar dos escenas a cambio de dinero, éste sí que reconoce que lo supo después, razón por la que habría decidido esperar para publicarlas en internet.
La Fiscalía subraya además que la difusión del vídeo ocasionó en la joven un trastorno de estrés postraumático de intensidad media-alta que le produjo graves síntomas de reexperimentación de los hechos “con recuerdos y sueños que le causaban malestar y provocaban nerviosismo”. Incluso ha llegado a declarar que lo sucedido afectó “gravemente” a su vida personal, familiar y social, “debiendo dejar sus estudios al no poder continuar con su proceso formativo”.
Por ello, el representante del Ministerio Público pedía la imputación para Torbe por los delitos de distribución y posesión de pornografía infantil, así como los de descubrimiento y revelación de secretos. Los antecedentes relacionados, por los que el productor pasó medio año en prisión provisional en 2016, están cancelados, según ha confirmado su defensa, por lo que no está claro si llegará a entrar en prisión.
Sin embargo, la acusación popular confirmó a la entrada del procedimiento que si Torbe, que había acordado declarar de forma telemática, no se presentaba físicamente al juicio, iba a pedir la suspensión del acto. Y, en caso de haber llegado a un acuerdo, pediría la nulidad, algo que la defensa criticó como una medida "dilatoria" que solo buscaba "agitar el foco mediático". La jueza avaló la posibilidad de la declaración telemática para "agilizar" los trámites de la justicia.
Torbe, según relata la Fiscalía, contactó en el mes de diciembre de 2012 con una joven rumana que dijo verbalmente ser mayor de edad y con la cual acordó grabar dos vídeos de contenido pornográfico a cambio de dinero en los que participarían él mismo, la joven, que tomaría el nombre artístico de "Jessica Ping" o "Jessica Sing", y J. M. R. C, uno de los colaboradores del productor y que ha pedido que en vez de una pena de cárcel de seis meses se le aplicase una de multa.
Tras grabar el video, la joven entregó a esa persona su tarjeta de identidad, con la que pudo pudo verificar la minoría de edad de la chica, que había nacido en 1995. Él asegura que se lo comunicó “inmediatamente” a Torbe, y, de hecho, durante el acto celebrado hoy en el Juzgado de lo Penal número 27 se explicó que "Torbe acostumbraba a hacerse una fotografía con la actriz con la que iba a rodar en la que esta sostenía su DNI junto a su rostro, por lo que él era el responsable último de verificar su mayoría de edad".
El productor, como explica la Fiscalía, “a pesar de conocer que era menor de edad cuando había grabado los dos videos en los que mantenía relaciones sexuales” con ellos, esperó a que la joven alcanzara la mayoría de edad y publicó en su página web los dos vídeos con contenido sexual. Estos hechos fueron denunciados por la joven en Rumanía.