La discoteca Teatre, una de las dos que acabaron incendiadas en Murcia, superó una inspección de sanidad del Ayuntamiento en marzo de 2023 pese a no tener licencia municipal y tener una orden de cierre desde 2022. Así consta en el acta de inspección levantada por el consistorio un mes después de que el servicio sanitario advirtiese sobre determinadas deficiencias en sus condiciones higiénico-sanitarias en el local donde 13 personas han perdido la vida.
“Se han subsanado todas las deficiencias detectadas en anterior visita de inspección de fecha 9 de febrero de 2023. El local cumple condiciones higiénico-sanitarias, y procedo a que sea inscrito en el Registro Sanitario Autonómico de establecimientos minoristas de alimentación”, según indica en el escrito el funcionario que firma el documento. María Dolores Abellán, portavoz de Teatre S.L.V, ha subrayado que este hecho corrobora que “todo el mundo sabía que el local funcionaba”.
El concejal socialista Andrés Guerrero, que ocupó la Concejalía de Urbanismo hasta las municipales de mayo, y el actual teniente de alcalde de Planificación Urbanística, Huerta y Medio Ambiente, Antonio Navarro, del PP, informaron de la carencia de licencia por parte de esta empresa y señalaron que, administrativamente, las discotecas Fonda Milagros y Teatre eran un solo local: Teatre S.L.
Según EFE, los locales llevaban funcionando sin licencia desde hace más de un año y medio porque el Ayuntamiento ordenó el cese de actividad en enero de 2022 tras considerar que necesitaban nuevos permisos de apertura y actividad. En marzo de 2022, la empresa presentó un proyecto de legalización que todavía no se ha cerrado. El día ocho de ese mismo mes, los recursos que la empresa presentó, para evitar que el local fuese cerrado, quedaron resueltos. En octubre, el consistorio requirió a los servicios de inspección municipales para que comprobasen el cese de actividad.
El consistorio “no volvió a recibir ningún expediente, oficio administrativo” o denuncia que pusiera de manifiesto “el incumplimiento de orden de cierre” por parte de la sala, comentó el exedil Andrés Guerrero. Pero la discoteca mantiene que actuó dentro de la legalidad y siempre amparada por la licencia de actividad concedida en su día, así lo ha declarado José María Caballero, abogado del propietario. El jurista ha recalcado que la empresa actuó “de forma diligente” y que así se demuestra en la visita de inspección donde declararon subsanadas las deficiencias.
Ese mismo acta recogía que el local cumplía con las condiciones higiénico-sanitarias, por lo que no existía ningún impedimento para que se realizase su inscripción en el registro autonómico. Así, Caballero sostiene que Teatre tenía “todos los papeles en regla” y que la división en dos partes del edificio en el que se ubica se trata de una “mera cuestión formal” que no afecta a la legalidad de la situación, ya que para el letrado esta división no obligaba a la empresa a gestionar una nueva licencia de actividad. Desde el Ayuntamiento, la vicealcaldesa de Murcia -Rebeca Pérez- ha señalado que "van a depurar responsabilidades hasta las últimas consecuencias".