El jueves 28 de septiembre, un niño de solo 14 años apuñaló en el instituto jerezano de IES Elena García Armada a cinco personas, entre las que se encuentran tres profesores y dos compañeros suyos de clase. El suceso ha dejado totalmente conmocionado a la comunidad educativa que ahora investiga qué ha podido pasar para que este adolescente que sufría autismo agrediese con dos armas blancas a estas cinco víctimas.
Poco a poco, se van conociendo más detalles y, aunque desde el centro educativo y desde la Junta de Andalucía se niega que existiese acoso escolar contra este agresor, sus compañeros y conocidos han ido confesado que los episodios de bullying eran bastante frecuentes. Es más, cuando los agentes de la Policía llegaron al aula donde se produjeron los apuñalamientos, encontraron al agresor y fueron a detenerle, el adolescente confesó que había "explotado" y que "ya no podía más".
Casi 48 horas después de esta agresión, el debate está encima de la mesa: ¿Existía bullying contra este menor de edad? ¿Qué hay que hacer cuando se detecta el mínimo indicio de acoso escolar contra un alumno?. Pues bien, Rafael Budo, director del Instituto Andaluz de Prevención del Acoso Escolar, ha publicado un vídeo que se ha hecho viral en las últimas horas en la que da su opinión sobre este caso. En primer lugar, este abogado que lleva años luchando contra el acoso escolar ha querido desear una pronta recuperación a las víctimas de este ataque armado. Después, ha querido ir desglosando y explicando qué es el bullying y qué se debe hacer cuando se detecta un caso de acoso.
"Como he repetido en infinidad de ocasiones, el acoso escolar es aquello que los directores de centros académicos, no los llamo educativos, admiten como acoso escolar. En este caso y en otros tantos, el acoso escolar no existía ni existirá mientras siga funcionando la normativa de la misma manera. Ellos son juez y parte", apunta Budo.
Sobre el ataque del adolescente, el director del instituto andaluz contra el acoso escolar ha apuntado que el menor podía haber cogido "un cuchillo como podría haberse suicidado desde un cuarto piso o acabado en las drogas. O podría haber acabado en un psiquiátrico como muchos niños víctimas de acoso escolar. El acoso escolar les roba la infancia a los críos. La infancia es algo que nunca se recupera".
Por otro lado, Rafael Budo ha querido hacer reflexionar a la ciudadanía y ha cuestionado en qué punto se encontraba el chaval y qué se le pasaba por la cabeza para llegar armado al centro escolar y arremeter y atacar tanto a alumnos como a profesores: "Un crío de 14 años víctima de acoso escolar. Los han acuchillado todas las personas que han mirado hacia otro lado mientras este crío ha sido víctima de vejaciones por parte de compañeros y de todo el mundo. Los han acuchillado todos los docentes que lo tenían delante y nadie se ha atrevido a hacer lo que tenían que hacer: no victimizar a la víctima y trabajar con los agresores y sus padres".
Sobre cómo tratar este tema entre los adultos y cómo deben actuar los padres de las victimas y de los agresores, el director ha asegurado que "es más sencillo hablar con la sumisión, con las personas sumisas, que suelen representar los padres de la víctima, que tienen la misma actitud que él, a hablar con los padres de los acosadores, que tienen una actitud tan agresiva o más que las criaturitas que lo maltrataban diariamente".
Por tanto, Rafael Budo apunta a que las víctimas han sido apuñaladas por "todas las personas que han mirado para otro lado y se han puesto detrás de los agresores en lugar de defender a la víctima por cumplir con ese dogma de 'no te metas en líos, sé uno más o no vayas de héroes'. Esos mensajes que dan esos padres también son responsables, al igual que esas administraciones que miran hacia otro lado".
Por último, el director del Instituto Andaluz de Prevención del Acoso Escolar ha querido criticar al sistema y al caso omiso que se le hace a las víctimas desde las administraciones o los centros escolares: "Si una institución, una administración, no es capaz de garantizar la seguridad de los niños durante el horario lectivo, jamás nunca puede establecer que los niños vayan de forma obligatoria a ese centro académico. No pueden obligarles a que vayan a un infierno. La justicia, que no se atreve y es cobarde, que no se atreve a meter en la cárcel a directores y docentes que miran hacia otro lado y permiten que los niños se maten, también es culpable. Un sistema que está perfectamente diseñado para que quien sufre lo siga sufriendo".