Cargos de 39 euros en pocos minutos, así ha sido la estafa que han sufrido varios progenitores de diferentes colegios de Madrid a través de códigos QR.
Varios padres y madres han sido víctimas de una estafa al escanear un código QR sobre supuestas clases extraescolares de sus hijos que aparecían pegados en paneles informativos de los colegios, han confirmado fuentes policiales.
Al menos seis progenitores escanearon este código e introdujeron sus datos personales y bancarios para apuntar a sus hijos a estas clases. Pero, en cambio, pasados unos minutos recibieron un cargo de 39 euros de cuota mensual y un email extraño dándoles la bienvenida a un servicio de streaming de series y películas que nunca pidieron.
Los estafados intentaron cancelar esos servicios sin conseguirlo, por lo que se vieron obligados a anular la tarjeta o cuenta bancaria utilizada para bloquear futuros cobros, además de interponer una denuncia ante la Policía, que ya busca a los autores de esta nueva estafa utilizando un código QR. La más reciente ocurrió hace unas semanas en BiciMad.
Según ha adelantado 'El Confidencial', está colando este anuncio de forma engañosa es una empresa fantasma llamada Pulsler. Supuestamente, ofrece servicios de streaming de música, películas videojuegos y audiolibros, pero, en realidad, "es un fraude que solo busca dar de alta a usuarios para luego dificultar su baja lo máximo y cobrar así una o varias cuotas de varias decenas de euros".
El pasado mes de marzo, el Ministerio del Interior lanzó una campaña con varios vídeos para alertar de los peligros de la ciberdelincuencia. Uno de ellos hacía referencia al fraude de los QR, una herramienta plenamente incorporada por la ciudadanía y de uso generalizado en el comercio. Los ciberdelincuentes aprovechan su amplia implantación para sustituir códigos reales de restaurantes o de multas de estacionamiento por otros falsos que redirigen al usuario a una pasarela de pago falsa.
La Guardia Civil aconseja consultar directamente con el establecimiento o centro de servicios si el usuario escanea un código de un restaurante para su pago que le redirige a una web sospechosa. En el caso de las sanciones por aparcamiento, es recomendable comprobar en Internet la veracidad de la multa contrastando los datos con el emisor de la denuncia. Y si el usuario ya ha introducido los datos en la pasarela de pago falsa, se debe contactar de manera inmediata con la entidad bancaria para intentar evitar el cobro fraudulento.